Un movimiento estudiantil sin marchas ni paros, sin pancartas ni protestas, es el que se está gestando en Puerto Varas. Es un fenómeno silencioso que busca sensibilizar a las familias, y generar conciencia sobre el impacto que nuestra sociedad tiene sobre el planeta, impulsando actitudes para reducirlo.
La educación ambiental está ingresando con fuerza en las aulas de los colegios de la ciudad lacustre, fomentando actividades como el reciclaje, la reutilización, la eficiencia energética y el uso de energías renovables no convencionales.
Los pioneros en materia de reciclaje a orillas del lago Llanquihue fueron los estudiantes del Colegio Alemán de Puerto Varas. A principios de 2009 comenzaron con una campaña de reciclaje de papel blanco, y hoy también separan sus residuos en latas de aluminio, pilas, plásticos PET (polietileno tereftalato) que es el usado en envases de bebidas, y el plástico HDPE (de las siglas en inglés de polietileno de alta densidad) que se utiliza por ejemplo en bidones desechables.
El establecimiento además cuenta con generación de energías renovables no convencionales con sistemas híbridos (eólicos y solares), y un sistema de calefacción geotérmico que les permite reducir hasta en un 70% el uso de petróleo diesel en su caldera.
En materia académica incorporaron hace una década la educación ambiental en su proyecto educativo institucional, y hoy son el único establecimiento con Certificación Ambiental de Nivel de Excelencia en Puerto Varas, la que es otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), los ministerios de Educación y Medio Ambiente, y la Corporación Nacional Forestal.
"El año 2015 hicimos la primera postulación. Esto partió con el levantamiento un diagnóstico de la realidad del colegio, luego presentamos los antecedentes y quedamos en nivel medio. Al año siguiente volvimos a realizar este diagnóstico, mejoramos los puntos donde estábamos deficientes y quedamos en el nivel de excelencia", contó a El Llanquihue Paulina Osorio, docente de Ciencias, encargada del área ambiental del Colegio Alemán de Puerto Varas.
En cuanto a los alcances de la certificación, explicó que opera bajo tres ámbitos. "El primero de ellos es del ámbito curricular, donde se generan actividades pedagógicas en el aula relacionadas con el medio ambiente en todas las asignaturas con al menos dos actividades en el año", explica.
El segundo ámbito apunta a la gestión del establecimiento, y apunta a que la operación del colegio genere un menor impacto ambiental.
"Un ejemplo de ello es el uso de energías renovables no convencionales. Acá usamos energía geotérmica en calefacción. También se usa la energía de la luz solar y del viento para generar electricidad, alcanzando el 5% del consumo total, lo que hoy estamos optimizando con el recambio a iluminación LED", precisó Paulina Osorio.
El tercer pilar de la Certificación Ambiental, apunta al desarrollo de actividades con la comunidad.
"Todas estas iniciativas partieron antes de la certificación. Actualmente el plástico y las latas de reciclaje son retirados por el taller Verde Sur. Desde el año pasado recuperamos los restos orgánicos de las colaciones saludables de los niños y restos de jardinería, y los compostamos para producir humus", Detalló la docente.
Red por el reciclaje
ReCrea Lago Llanquihue es una red de ciudades por el reciclaje y la educación ambiental Se trata de una iniciativa privada que, con el apoyo empresas, busca a través de la educación y la instalación de puntos limpios (para el reciclaje) ser un aporte para el desarrollo sostenible de la cuenca del Lago Llanquihue.
Actualmente la empresa Kyklos, que ha ejecutado programas de educación medioambiental y reciclaje en 81 colegios a lo largo de todo Chile, está implementando el programa de la red en tres colegios de Puerto Varas.
"Además de capacitar y de involucrar a toda la comunidad educativa, proveemos de la infraestructura necesaria para la habilitación de un punto verde, que es donde los estudiantes acopian de manera separada los residuos reciclables. El programa se desarrolla en el Colegio Puerto Varas, el Colegio Mirador del Lago y el Colegio Inmaculada Concepción", precisó Fabiola Fuentes, coordinadora de colegios de Kyklos en la ciudad de las rosas.
En cuanto al volumen de material reclinado, indicó que los colegios recién están partiendo con el programa, pero que alcanzan los 10 kilos de papelee blanco y 10 kilos de plásticos PET al mes. "Esto es al inicio, porque a final de año, cuando el reciclaje ya está interiorizado en los colegios, esto se incrementa", dijo la coordinadora de Klykos.
Básica y prebásica
Las esperanzas para lograr un cambio de hábitos, una verdadera cultura del reciclaje y de separación de residuos, está puesta en las próximas generaciones. La totalidad de iniciativas de este tipo parten en los cursos de más temprana edad.
"La instalación del punto limpio partió en diciembre, pero antes de instalarlo se hizo con un grupo de alumnos de prebásica y de primer ciclo básico, un taller de inducción. En nuestro colegio el reciclaje es de varios residuos, de tapas de envases de bebida, latas de aluminio, papel blanco, cartón, envases tetra pack y plásticos. La idea es recoger la mayor cantidad de elementos", contó a El Llanquihue el director del Colegio Inmaculada Concepción, Faustino Villagra, plantel que buscará su primera certificación ambiental este año.
En cuanto a la estrategia de recolección, en las salas están ubicados contenedores de lona de distintos colores, destinados a un tipo específico de desechos reciclables. Una vez al día, un grupo de estudiantes llamados "cuadrilleros", recogen estos contenedores, y los llevan hasta el punto limpio para depositar el material.
Antonia Gädicke, presidenta del centro de alumnos del Colegio Inmaculada Concepción de Puerto Varas, sostuvo que "gracias a este programa hemos tomado conciencia del impacto de la contaminación que se genera en la comunidad, y cómo mediante el reciclaje se reduce este impacto".
Según cifras de la Seremi de Medio Ambiente, en la Región de Los Lagos hay un total de 137 establecimientos con certificación ambiental, de ellos 58 son en nivel de excelencia.