La industria del turismo y la hotelería entran en la temporada baja, y las cifras del último tiempo no son en lo absoluto auspiciosas. De hecho, la hotelería de Puerto Montt ha admitido una ocupación del 50% aproximadamente durante el último mes de marzo, fin de semana santo incluido. Cifras ciertamente inquietantes para una industria que está llamada a ser uno de los pilares del desarrollo regional.
El dato no es menor, ya que existían altas expectativas en el sector de cara a este inicio de año, pero seguramente la lenta instalación del Gobierno y otros factores, han terminado incidiendo en este fenómeno. Y cuestión similar ocurre en Puerto Varas, de manera que urge trabajar en más y mejores políticas de promoción de nuestra zona, para atraer visitantes más allá del verano, o de la temporada de congresos y convenciones que se viene produciendo cada fin de año, sobre todo en la ciudad lacustre.
En la práctica hoy, cada destino se vende por separado, o no existe una sinergia conjunta. Quizás, llegó el momento de vender el destino íntegro, con el fin de aumentar el porcentaje de pernoctación en la zona, que todavía es bajo.
Puerto Montt ciertamente debe mejorar ostensiblemente su oferta de tours y potenciar el circuito gastronómico existente, que si bien ha ido creciendo y elevando el estándar, aún no funciona como un verdadero circuito.
Mientras que Puerto Varas debe dejar de pensar sólo en su desarrollo, y trabajar de la mano de las ciudades vecinas, para promocionar una oferta mucho más integral como el destino Provincia de Llanquihue.
En tiempos de "vacas flacas" parece oportuno trabajar en una estrategia que le permita a la zona en general, cautivar a nuevos turistas, para reactivar un rubro tan importante para el mercado local como es la industria del turismo y la gastronomía, que poseen un potencial enorme, pero que como muchos otros sectores, sufre con las inclemencias del mercado.