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Análisis de los últimos alegatos de Bolivia

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Pedro Díaz P.

Director de la Escuela de Administración Pública, UACh, desde Holanda

Con la presencia de Evo Morales en el Gran Salón del Palacio de la Paz finalizaron los alegatos bolivianos ante La Corte Internacional de Justicia. El equipo jurídico de Bolivia buscó condicionar la defensa hecha por Chile a través de la presentación de dos grandes consideraciones: Una que apelaba a lo emocional, al señalar que la causa boliviana encuentra sustento no sólo en el derecho, sino también en la justicia, y, la segunda, relativa a demostrar la existencia de una serie de pruebas que buscan establecer que nuestro país ha tenido una práctica histórica en lo que respecta a ofrecer negociaciones destinadas a que Bolivia rompa con su mediterraneidad.

En ese sentido, el equipo jurídico de Bolivia estableció que esta práctica histórica no responde a la dinámica de "Buen Vecino" que esbozara Chile la semana pasada a la hora de explicar su comportamiento, sino que a una obligación -que hoy pretende desconocer- y que es producto de una serie de actos y declaraciones por las que se comprometió a negociar en favor de Bolivia una salida soberana al Océano Pacífico. Para explicar este argumento, Bolivia reforzó el valor que tienen los actos unilaterales de los Estados y la obligatoriedad que generan los intercambios de notas diplomáticas, entre otros. Todos ellos fueron sustentados con jurisprudencia de la propia Corte Internacional de Justicia. De hecho, y para el caso de los actos unilaterales de los Estados, el llamado de la defensa boliviana a los Jueces fue directo: "por favor, apliquen el mismo criterio jurídico que se usó en el asunto de los Ensayos Nucleares. Australia v.s Francia".

A su vez, el equipo jurídico boliviano, correctamente desde el punto visto estratégico, señaló que el Tratado de 1904 si bien está vigente no es un instrumento que resolviera todas las disputas existentes entre Bolivia y Chile, por lo que la solución a la disputa no habría que buscarla en los territorios que Bolivia perdió producto del Tratado, sino que en los territorios que en su momento Chile disputó con Perú. Aprovechando este argumento, y a partir del apoyo que Chile solicitó a Bolivia ante el plebiscito de Arica y Tacna, Bolivia pudo configurar correctamente en este cierre el principio del stoppel como fuente de obligación en contra de Chile.

Bolivia también se apuró en mostrarles a los Jueces de La Corte que un eventual fallo en favor del país altiplánico no condiciona la efectividad de la diplomacia. Lo anterior, en virtud que el asunto Bolivia vs. Chile tiene características propias que no pueden replicarse para otros asuntos. Este argumento es débil, ya que La Corte analiza todos los casos en su particularidad pero siempre considerando los efectos que sus sentencias provocan en el sistema internacional. Bolivia también se esforzó, erradamente a mi entender, en configurar a las resoluciones de la OEA como fuente de obligaciones jurídicas. Este punto es el más débil de la posición altiplánica, ya que rompe con el principio de no injerencia de las organizaciones internacionales en los asuntos interno de los Estados. Si bien Bolivia intentó demostrar que su reivindicación marítima no era un asunto bilateral, sino que responde a uno de interés hemisférico, el postulado se cae en función que la voluntad en obligarse no nace de Chile.

Bolivia apela a la historia para pedir en La Haya un acceso soberano al mar

ALEGATO ORAL. En su última presentación, el equipo boliviano insistió en argumentos emocionales y supuestas obligaciones contraídas ante la OEA para negociar territorio. El canciller Ampuero acusó a Evo Morales de "enclaustrar" en el Siglo XIX a su país.
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Bolivia hizo ayer un llamado a la historia y al derecho para reclamarle a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que obligue a Chile a sentarse en una mesa de negociación donde tratar su eventual acceso soberano al océano Pacífico.

El equipo jurídico boliviano respondió así a las intervenciones de la semana pasada del equipo chileno, que había expuesto ante los jueces sus argumentos para pedirles que rechacen la demanda interpuesta por La Paz.

El abogado de Bolivia, Antonio Remiro Brotóns, hizo referencia a la Guerra del Pacífico de finales del siglo XIX, la que supuso para Bolivia la pérdida de 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio.

"Ni Dios ni la Corona española le otorgaron el litoral boliviano a Chile", pues este país se "apropió" de ese territorio "a través de la fuerza quebrando un tratado en vigor", aseguró el abogado.

"reparación histórica"

Según Bolivia, sus posibilidades de desarrollo se han visto reducidas al no contar con un acceso soberano al mar por el cual exportar sus recursos naturales.

"En aras de una reparación histórica, todos los dirigentes (chilenos) con sentido de estadista dijeron que recuperarían acceso soberano (de Bolivia) perdido por la guerra y lo harían por medio de una negociación", dijo Remiro Brotóns.

Supuesta obligación

Bolivia denunció a Chile ante la CIJ en La Haya para exigir esa negociación, algo a lo que La Moneda considera que no está obligada jurídicamente, pues argumenta que el Tratado de Paz de 1904, firmado por ambos Estados, fijó sus fronteras a perpetuidad.

Bolivia insiste en que los numerosos contactos posteriores entre ambos países durante más de 10 años para tratar ese tema habrían generado unos "derechos expectaticios", los cuales solo se podrían cumplir a través de una negociación directa.

Reacción de chile

El canciller Roberto Ampuero leyó una declaración ante la prensa y acusó a Evo Morales de "enclaustrar" a su país "en el siglo XIX" y poner "un candado a las relaciones bilaterales" con esta demanda.

Ampuero dijo que Bolivia, con su denuncia, busca conseguir "simple y llanamente territorios chilenos", desconociendo, de esa manera, "los derechos humanos" de los habitantes del norte de Chile.

Por su parte, el senador José Miguel Insulza expresó que "siempre he sido partidario de resolver y de buscar solución a los problemas que nos plantea Bolivia, pero nunca he hablado de soberanía ni de obligación de negociar". Respecto de la cita que la abogada Sander hizo de su frase cuando era secretario general de la OEA, Insulza agregó que "ya no tenían muchos argumentos más".

Sobre supuestas tergiversaciones

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El abogado iraní Payam Akhavan planteó supuestas "tergiversaciones" de Chile en sus argumentos. Según él, Bolivia "en ningún momento renunció a una salida soberana al mar" y pidió a la Corte que "trate con gran cautela estas declaraciones" de parte de Chile. El representante boliviano calificó de "apocalípticas" las aseveraciones de Chile en torno a que si la Corte acepta la demanda boliviana, otros países podrían pedir revisar tratados vigentes. "Esto naturalmente es absurdo", señaló.

Los argumentos "emocionales"

Vaughan Lowe y Monique Chemillier apuntaron a los aspectos emocionales que han sido insistentemente planteados por La Paz. Lowe señaló que después de años de intentos de conversar, "Bolivia no tiene a quién acudir si no es al derecho internacional". Agregó que "nos aflige que Chile se esfuerce en señalar que puede ignorar el derecho de Bolivia". Por su parte, Chemillier señaló que "la justicia debe ser el faro que orienta el trabajo de resolución pacífica" entre los Estados.

La OEA y una cita a José Miguel Insulza

La abogada Amy Sander apuntó a las resoluciones de la OEA, que para Chile constituyen documentos políticos y no jurídicos. Según ella, el ex secretario general del organismo y ex agente chileno ante la CIJ, José Miguel Insulza, dijo en 2006 que la OEA considera este tema como de "interés continental", mientras que en 2010 habría señalado que "el acceso de Bolivia al mar tenía que ser resuelto". "Chile no puede ahora simplemente aceptar lo que le conviene y rechazar lo que no le conviene", añadió.

Una causa "irrenunciable"

El coagente Sacha Llorenti explicó que, para Bolivia, "el regreso al mar es una causa irrenunciable. Chile tiene la obligación de negociar sobre el acceso soberano al mar para Bolivia". En esa línea, el agente Eduardo Rodríguez Veltzé subrayó en el Palacio de la Paz que "nuestra causa no es hostil contra Chile, está guiada por un objetivo de amistad y conciliación, deberíamos retomar conversaciones y poner fin a este conflicto entre nosotros (...) Acudimos a la Corte para que haga justicia".