Erwin Schnaidt Ávila
Con distintas apreciaciones reaccionaron en la CUT Llanquihue y en la Anef Regional, frente a la solicitud del intendente Harry Jürgensen, para que los directores regionales de servicios públicos abandonen sus cargos, tras haber asumido Chile Vamos en la conducción del Gobierno.
Si bien algunos han dejado esa responsabilidad, otro grupo de directores se mantiene en sus puestos, a los que llegaron al concursar en el sistema de Alta Dirección Pública (ADP).
José Pacheco, presidente de la CUT Llanquihue, estimó que "debieron renunciar el 11 de marzo, para no afectar la marcha de la gestión pública".
Argumentó que ve incompatibilidad de "las autoridades que tenían un compromiso con una línea política, frente a un nuevo proyecto de Gobierno que no los representa". Por ello, planteó que "como un sentido de servicio público, deberían dar un paso al costado".
El líder de la multigremial estimó que al mantenerse en esos cargos "están entorpeciendo la gestión y generando un clima innecesario de mala convivencia. No queremos polarizarnos por algo que no tiene sentido. La opinión pública está evaluando muy mal que sigan en esas funciones".
En otro orden, Pacheco dijo esperar que el próximo director regional del Trabajo "inspire respeto, tanto internamente como hacia afuera. La persistencia de los abusos laborales es una señal clara que cada cual interpreta y aplica las normas a su arbitrio".
Reforzar el sistema
Mientras que Pamela Espinoza, presidenta de la Anef Regional, se mostró de acuerdo en que renuncien quienes ocupan cargos de confianza política, pero que no corresponde que lo hagan quienes llegaron a esas instancias a través del concurso de ADP. "Se equivoca el intendente Jürgensen al solicitar su salida, porque las personas que están ahí, es porque ganaron un concurso", enfatizó.
Por eso, postuló que esos funcionarios "deben cumplir su proceso. Esa es la señal que necesita la ciudadanía. Porque en el Gobierno que haya, somos funcionarios del Estado".
Para la dirigenta "es una mala estrategia instalarse desde la perspectiva del desprestigio de las personas. El sistema de Alta Dirección Pública nace en 2003, con un acuerdo político con la oposición de entonces (hoy Gobierno). Lo que hace el intendente es desconocer un acuerdo de los partidos políticos de su sector".
Espinoza dijo que le preocupa el actuar del jefe del Gobierno Regional y postuló que "sería mejor validar y reforzar este sistema, como parte del proceso de modernización del Estado. No se debe desconocerlo, sino reforzarlo y conservarlo".
En cuanto a que los funcionarios públicos muestren una militancia política distinta al Gobierno de turno, opinó que "se hace complejo cuestionar el derecho a militar en un partido. Nos gustaría que (Jürgensen) midiera esas declaraciones".