De dulce y de agraz tuvo la última prueba de los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pyeongchang, donde el esquiador -oriundo de Carelmapu- Julio Soto, no pudo finalizar el slalom, que sería la carrera final para los seleccionados chilenos.

Dicha prueba, tiene la particularidad que se corre con ski de 165 centímetros; por lo que los giros son más cortos y hay menos distancia entre puerta y puerta; y, generalmente, los esquiadores -como van golpeando las puertas- utilizan una protección bucal, denominada mollera, en el casco y además, deben portar canilleras.

El Slalom tuvo lugar en el Jeongseon Alpine Centre, donde Julio Soto y su compañero de equipo, Santiago Vega, debieron sortear las condiciones climáticas reinantes en la ocasión; que en el caso de la nieve, esta fue del tipo Icy, esto es, con mucho hielo. A eso hay que agregarle los -12 grados Celsius de la nieve y una temperatura ambiente de -1 grados. No obstante, el viento sopló a tan sólo un kilómetro por hora.

Con todos esos condimentos, tanto el carelmapino como Santiago Vega, se pararon de igual a igual, a deportistas paralímpicos consagrados y si bien no lograron terminar la primera manga, de dos que debían realizar, en redes sociales el equipo chileno paralímpico destacó la actuación de los seleccionados; más aún, considerando que Nicolás Bisquert, consiguió la mejor actuación histórica de Chile en Juegos Paralímpicos de Invierno, logrando el noveno lugar en Slalom Sentado en Pyeongchang y superando su decimotercer puesto en su debut en la prueba de Descenso Sentado.

El broche de oro de la cita paralímpica, corrió por cuenta de Julio Soto, quien en la ceremonia de clausura Pyeongchang, fue el abanderado de la delegación chilena.