El hecho que Puerto Montt -que anhela avanzar y consolidarse como la gran base patagónica del turismo de cruceros- esté representado por sus autoridades en la máxima feria mundial del rubro en Miami, Estados Unidos, es un acontecimiento de incuestionable relevancia para la capital regional. Sobre todo, en la presente etapa en que existe la inquietud de impulsar un proyecto de puerto especial para la recepción de las meganaves en las temporadas de cruceros y que, por ahora, obtienen un servicio básico, que es imprescindible mejorar si se tienen aspiraciones superiores en este sector de la industria sin chimeneas.
Los puertomontinos presentes, por estos días, en el Seatrade Cruise Global, anhelan conocer y aprender a fondo todo lo referente al crucerismo y, en particular, acerca del funcionamiento de los modernos terminales que los atienden. Relacionarlo con la idea de un "home port" en Puerto Montt y, así, según esas experiencias y realidades, resolver en cuanto a la factibilidad de esa soñada posibilidad en el puerto capital de la Región de Los Lagos.
Hay que considerar que una obra de esa magnitud debe tener un apoyo integral, que, en el fondo, implique una mayor permanencia de los viajeros en Puerto Montt. Vale decir, disponer -junto a los atributos naturales- de recursos llamativos en el campo de la arqueología, patrimonio, cultura, tradiciones, comercio y servicios, etcétera. Y, en lo posible, integrando a Tenglo en lo que podría ser un circuito novedoso junto a Angelmó, incluyendo al mismo balneario de Pelluco y su nueva doble vía costera, además de la ruta insular y las historias de los pescadores artesanales que la comandan.
En el largo plazo, de prosperar esta propuesta, fundada en una sólida plataforma de equipamiento y organización, que involucre a todos los sectores, el crucerismo bien podría erguirse como la viga maestra del desarrollo socioeconómico futuro de Puerto Montt. Ciudad-puerto que siempre ha soñado con prosperar de la mano de su mar, sus recursos y la pujanza emprendedora de su gente.