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Anuncio desde la Casa Blanca: no habrá exenciones sobre aranceles

TENSIÓN. Luego del anuncio China endureció el tono y adelantó que "no se quedará de brazos cruzados" si se ve amenazada.
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Mauricio Mondaca/Agencias

El Gobierno del presidente Donald Trump no cede a las críticas internas y externas contra el anuncio de que impondrá aranceles a las importaciones de acero y aluminio, al afirmar ayer que el Mandatario no prevé hacer excepciones a ningún país de esta enérgica medida.

En declaraciones al programa "State of the Union" (CNN), el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, puntualizó que "por el momento ningún país está excluido".

El anuncio de Trump del jueves de que impondrá aranceles de 25% y 10% a las importaciones de acero y aluminio, respectivamente, agitó los mercados, irritó a los aliados y aumentó las perspectivas de una guerra comercial.

Según AP, aunque la medida estuvo dirigida contra China, también abarcará importaciones considerables procedentes de Canadá, México, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea.

El Pentágono ha recomendado que Trump solo aplique los aranceles de manera selectiva para no molestar a los socios de Estados Unidos en el extranjero. Sin embargo, el secretario de Comercio, Wilbur Ross, agregó ayer que el Presidente no obrará de esa manera. "Se trata de un escobillado bastante amplio", declaró Ross al programa "This Week", de la cadena ABC. Ross rechazó las amenazas de varios países de que adoptarán represalias y las describió como "sumamente frívolas".

Advertencias de beijing

El Gobierno chino advirtió ayer al Presidente Donald Trump que no se quedará de brazos cruzados si Washington lanza una guerra comercial. "China no quiere una guerra comercial con Estados Unidos, pero si EE.UU. aprueba acciones que dañan los intereses chinos, China no se quedará de brazos cruzados y tomará las medidas necesarias", afirmó ayer en conferencia de prensa Zhang Yesui, vocero del plenario de la Asamblea Nacional Popular. Zhang avisó también a Washington que "las políticas basadas en juicios o presunciones equivocadas dañarán las relaciones y traerán consecuencias que ninguna parte querría ver". En esa línea, la primera ministra británica, Theresa May, expresó ayer a Trump su "profunda preocupación" por el anuncio de aranceles al acero y aluminio. El director de UK Steel, la asociación británica siderúrgica, Richard Warren, advirtió el viernes que el anuncio puede tener "impacto" en la economía del Reino Unido.

Secretario Ross no teme a las represalias

El Secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, relativizó ayer la posibilidad de que las represalias comerciales que analiza Europa puedan afectar mayormente a su economía. "Puede haber algún tipo de represalia, pero las cantidades de las que están hablando también son bastante triviales", opinó. Según él, se trataría de "unos US$ 3.000 millones", lo que de acuerdo a su análisis "es una pequeña fracción, del 1%", de la economía estadounidense.