Durante toda la mañana de ayer, vecinos del Parque Nacional Alerce Andino, en el sector de Lenca, en la Carretera Austral, se manifestaron por el mal estado de conservación del camino de acceso a esa área natural protegida.
Aunque admitieron que la condición de esa senda de tierra no ha variado en años, un hecho los incentivó a hacer pública su protesta: el volcamiento a un costado de esa ruta, de una casa rodante, en la que viajaban dos turistas franceses.
Afortunadamente, ambos pasajeros no resultaron con lesiones de consideración, pero el vehículo volcó a su derecha y quedó atrapado en el lodo y matorrales.
A ello se agregó que en las maniobras de rescate, un carro de Bomberos estuvo a punto de salirse de la vía, al intentar maniobrar por ese estrecho sendero.
Ayer en la mañana, habitantes del sector clausuraron el paso de vehículos hacia el parque y, al mediodía, salieron a la carretera (Ruta 7), con la misma intención, aunque no llegaron a bloquearla.
Contactos con autoridades de la Municipalidad de Puerto Montt, así como con la Dirección Regional de Vialidad, les hicieron reconsiderar la medida. "Mañana (hoy), a las 8 de la mañana, viene una máquina de Vialidad a emparejar el camino. El miércoles, vienen de Vialidad a conversar con nosotros para ver que hay que mejorar. En esa reunión vamos a tomar una decisión", advirtió Rolando Mancilla, quien está liderando el Comité de Trabajo para mejorar esa senda.
Recordó que "hace años que estamos pidiendo el mejoramiento de este camino, desde los 3 kilómetros hacia abajo. Porque Conaf se hace cargo desde su barrera hacia arriba".
Marta Alvarado, vecina del sector hace 38 años, dijo que "el camino siempre ha estado así. Arreglan el camino, pero queda peor. No traen material para ir reponiendo el suelo".
Mientras que Lidia Soto, quien tiene su casa a 4 kilómetros, explicó que esa condición afecta tanto a conductores, como a peatones. "A veces el camino está intransitable. Arriba vive gente mayor y no se puede caminar, porque son hoyos y barro, porque no hay ripio".
Aseguró que en enero y febrero aumenta el tránsito por esa huella, lo que deteriora su compactación. "Viene la máquina dos veces al año, si es que viene, para nivelar un camino tan transitado", dijo.
Para los habitantes del sector, el estado de ese camino "es una vergüenza, porque llegan muchos extranjeros, como los franceses que sufrieron este accidente, y se encuentran con esto antes de llegar a un atractivo turístico", planteó Marta Mancilla, cuyo padre vive en esa zona.