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Tejedoras chilenas rescatan lana MÁS antiguA del mundo

INDUSTRIA. La hebra de oveja merino posee una gran suavidad, además de ser térmica, antibacterial y protectora contra los rayos UV.
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Valeria Barahona / EFE

La oveja merino, originaria de España, es una de las razas más antiguas del mundo y su lana una de las más preciadas, pero descuidada por la producción industrial. Por esta razón, un grupo de tejedoras y productores de ovino de la Región de O'Higgins comenzó a rescatarla del olvido.

"Lo que más me gusta de esta lana es su suavidad, y que se logra una prenda liviana y calentita. De hecho, acá no se conocía mucho, porque ha habido muchas mezclas entre las ovejas, además la gente se dedica a criarlas para carne", dijo a la agencia de noticias Efe la artesana Margarita Beas, quien se dedica a este oficio desde niña.

Las comunas de Chimbarongo, San Fernando, Placilla, Lolol, Pumanque, Paredones, Santa Cruz, Las Cabras, La Estrella, Litueche y Chépica, concentran el rebaño más grande de esta especie de oveja en el país, sumando alrededor de 25 mil cabezas.

Beas, quien trabaja en el tejido desde hace más de veinte años, es apoyada por el Centro Ovisnova, de la Universidad Santo Tomás y el gobierno regional para dar valor a la producción de lana merino.

"Con este proyecto queremos rescatar el patrimonio de ovejas merino que existe en la región. La idea es mejorar la calidad de su lana y ponerla al servicio del trabajo de las artesanas del territorio", señaló la directora de Ovisnova, Marcela Gómez.

Propiedades

La fineza de sus hebras es una de las principales propiedades que ofrece la lana merino, por lo que es utilizada en prendas de vestir delicadas, por su gran suavidad; y también deportivas, producto de su capacidad térmica, la ausencia de malos olores -es antibacterial -y su efecto protector de los rayos UV.

Los productores también afirmaron que es una tela renovable, reciclable y biodegradable, lo cual la convierte en un material noble muy apetecido en el mercado.

"Las tejedoras hacen cosas maravillosas, cosas patrimoniales. Han heredado esta cultura de sus madres, de sus abuelas, pero creo que la gente no tiene la claridad del valor que esto tiene. Es un trabajo hecho a mano, hecho realmente con técnicas que son ancestrales", remarcó Gómez.

Textiles

Los investigadores se preocuparon de realizar una simbiosis entre la calidad y el diseño, para impregnar a la lana merino un sello de calidad, con trazos únicos, y en una amplia variedad de productos.

La diseñadora especializada en conservación de textilería patrimonial, Alejandra Fuenzalida, explicó que en el proyecto se desarrollaron objetos como pieceras, bajadas de cama, cojines, cortinas y vestuario.

"Ahí entra el rol principal de la lana merino, porque su foco son los productos que están en contacto con la piel", precisó Fuenzalida.

Esta iniciativa busca, además, incentivar a las mismas artesanas a darle un valor agregado a las lanas, ya que actualmente esta fibra sólo se trabaja de manera industrial, por medio de ovejeros que la venden a empresas intermediarias, que producen ropa y tejidos fuera de Chile.

"Es muy lindo lo que es la lana, y volver a trabajar en esto. Como digo siempre, en el campo hay muchas cosas que hacer aunque la gente crea que no", concluyó Beas.

La casa de estudios que respalda el proyecto busca concretar, asimismo, una ruta textil durante 2018, la que contará venta de artículos, junto con mostrar el proceso de producción de la lana merino, desde la esquila de los animales, el lavado del vellón, cardado, hilado teñido y tejido.

Cómo se mide la calidad de una lana

La calidad de cualquier tipo de lana se mide en micrones, para así establecer un rango de suavidad y fineza entre sus especies. Las más gruesas fluctúan entre los 30 y 35 micrones, mientras que las inferiores a 26 no generan alergia, ni tampoco dan comezón. La lana merino, de acuerdo a los expertos participantes del proyecto, está entre los 18 y 24 micrones, lo que la convierte en una de las más suaves y preciadas por los conocedores.

cabezas de este tipo de ovino hay en la Región de O'Higgins. Su vellón es ocupado en la fabricación de delicadas prendas. 25.000

se concretaría la ruta textil en la zona, proyecto que busca visibilizar el proceso de producción de esta fibra natural. 2018

Peruanos construyen Un santuario de mariposas para frenar deforestación

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Mariposas de todos los colores, tamaños y formas imaginables habitan un santuario de la Amazonia peruana, creado para que los visitantes se deleiten con la belleza de las más de cuatro mil especies que habitan la zona, junto con descubrir cómo la deforestación amenaza la riqueza natural del país.

El mariposario del poblado de Palestina fue construido por sus humildes habitantes, quienes se percataron que estos insectos desaparecían a medida que se reducían los bosques.

"Las mariposas son un indicador natural de la calidad y estado de un ecosistema", indicó a la agencia de noticias Efe la presidenta de la Asociación de Desarrollo Sostenible Unidos por Palestina (Adesup), María Bustamante, cuya organización dedicada al turismo rural gestiona la reserva y las visitas a una famosa cueva de la zona.

El objetivo no es solo concientizar a los turistas de cuidar el medioambiente, sino también repoblar de mariposas la región de San Martín, una de las más afectadas de Perú por la deforestación, al perder cada año unas 20 mil hectáreas de bosque amazónico.

"Antes no teníamos consciencia y desforestábamos el monte o utilizábamos herbicidas que mataban las plantas hospederas de las mariposas. Una vez que comenzamos a cuidarlas, las mariposas comenzaron a reproducirse, y así estamos recuperando especies", dijo Bustamante.

La especie más destacada del lugar es la mariposa búho (Caligo), con alas que llegan a medir hasta quince centímetros, y su color marrón con manchas amarillas, que se asemejan a la cara de un búho, lo cual ahuyenta a los depredadores.

Los criadores, en su mayoría mujeres, se dedican con meticulosidad a cosechar los huevos que las mariposas dejan en las hojas y después alimentan a las orugas hasta la metamorfosis, y entonces las devuelven al mariposario o las liberan en el bosque.

"Cada día nacen entre treinta y cincuenta mariposas y ya hemos liberados más de mil", indicó Bustamante, cuya asociación también ha reforestado las riberas del río Mayo con plantas hospederas para que los especímenes tengan más lugares donde reproducirse en libertad. La entrada a este reino de las mariposas cuesta apenas US$ 3,08.

cuesta la entrada al mariposario del poblado de Palestina, en el norte de Perú, cuyos habitantes protegen a estos insectos. US$ 3,08