Las organizaciones animalistas de este puerto y sus generosos integrantes, en los últimos días, han reiterado sus agradecimientos a las autoridades por haberles invitado a participar por primera vez en el desfile cívico-militar, realizado con motivo del reciente aniversario de Puerto Montt. Acto en el cual, de alguna forma, pudieron darse a conocer mejor frente a la población y decir ¡presente! en uno de los sucesos importantes en el devenir de la capital de la Región de Los Lagos.

Sin embargo, estamos ciertos que quienes deben gratitud somos nosotros, la comunidad, hacia estos solidarios servidores, quienes - al preocuparse de auxiliar a los animales abandonados y contribuir en las campañas de esterilización- están haciendo un importante aporte a la ciudad y sus habitantes. En cuanto al orden y aseo urbano, libre de lacras perrunas sin amos que alteran la tranquilidad y exponen a riesgos inesperados a las personas.

En la actualidad, con inmenso amor a los animales, gran esfuerzo y espíritu de superación, esta admirable juventud se distribuye -para cumplir esa plausible tarea humanitaria- en las agrupaciones Albergando un Amigo, presidida por Paula Jorquera; Protectora Adán de Lagunitas, guiada por Cristina Cárcamo; CanBío, encabezada por Karola Obreque; y Uniendo Huellas, liderada por Carla Miranda.

Entre sus principales preocupaciones y desafíos de hoy en día, destacan poder realizar un censo o catastro animal para detectar los sectores más críticos en la ciudad y generar respuestas adecuadas; la necesidad de capacitación de voluntarios en el rescate de la fauna silvestre; efectuar campañas de educación ciudadana en cuanto al imperativo de la tenencia responsable de mascotas; y el rescate de animales en desamparo en las áreas urbanas de mayor vulnerabilidad. Es de esperar que estas inquietudes e iniciativas, por el bien de nuestros animales y la tranquilidad ciudadana, obtengan el merecido respaldo gubernamental y de los mismos puertomontinos. Sobre todo, en financiamiento, que es lo que falta, porque lo que sobra es buen corazón.

Las derivadas y consecuencias públicas de la Operación Huracán, abren un escenario de dudas y cuestionamientos que deben ser aclarados, pero al mismo tiempo, generan una tremenda oportunidad para avanzar de manera definitiva en la lucha contra la delincuencia, y en mejorar los niveles de seguridad que hoy tanto afectan y preocupan a nuestra población. El primer paso ha quedado de manifiesto de manera pública, cuando hemos visto que transversalmente, diversos actores políticos han anunciado su voluntad de concurrir en un gran acuerdo nacional para sortear esta crisis. Como segundo paso, creo conveniente avanzar en fortalecer nuestra institucionalidad a todo nivel. Esto pasa por modernizar nuestras policías y perfeccionar el sistema judicial, avanzando de manera significativa en la labor preventiva, persecutoria, pero también la función investigativa y las capacidades de anticipar escenarios de riesgo. Es precisamente en este foco donde el Presidente electo, Sebastián Piñera, ha puesto el acento, afirmando que desde el 11 de marzo en adelante una de las prioridades de su futuro Gobierno será avanzar en una reformulación completa del sistema de inteligencia, que es el que permite adelantar focos delictuales, que es una de las principales carencias que ha quedado de manifiesto en los últimos casos. Para avanzar en esta materia se requiere como primer paso que toda la institucionalidad que está a cargo de inteligencia pueda conversar y compartir información, diagnósticos y escenarios, porque no nos sirve un Estado con compartimientos estanco, sino que para avanzar en seguridad requerimos de un Estado integrado. Otra de las prioridades anunciadas por el Presidente Piñera es avanzar en modificaciones a la Ley Antiterrorista, incorporando elementos que hoy están presentes en la Ley de Drogas como los agentes encubiertos o los informantes, que podrían significar un gran avance en materia preventiva e investigativa. Es nuestra obligación como legisladores estar disponibles para avanzar en un gran acuerdo en materia de seguridad, que permita resolver uno de los problemas que mayor preocupación genera en nuestra población.

Iván Moreira Barros.

Senador de la República. Región de Los Lagos.