presidente de la Cámara de Turismo.
Carlos Stange, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Puerto Montt, analizó los resultados del estudio, enfocado en el tema de lo que piden los visitantes en materia de basura e infraestructura pública. Su lectura es crítica e interpela a autoridades y a la comunidad.
-¿Cómo analiza los resultados del observatorio?
-Es lamentable que una encuesta diga lo que todo puertomontino sabe. Nosotros venimos haciendo esta denuncia hace tiempo y las autoridades locales nos han respondido que esto obedece a una sensación. Hace dos años, en este mismo Diario, denunciamos las baldosas en mal estado y sueltas, el daño a los monumentos, los innumerables rayados, entre otras cosas nefastas. Esas cosas muestran una ciudad desorganizada y poco amigable. El tema de la basura es una vergüenza, responsabilidad del municipio y los mismos ciudadanos.
-¿De qué manera puede explicar lo que pasa?
-Puede ser que exista tan poco cariño por la ciudad. En el centro, por ejemplo, muchos botan la basura donde sea, rebalsando los container. Hay un tema que como ciudadanos también debemos hacernos cargo.
-¿Cómo cree usted que se puede pasar de las buenas intenciones de la autoridad a soluciones concretas? Por ejemplo, año pasado se habló de Tolerancia Cero a los ambulantes y el tema sigue ahí, latente.
-La autoridad local, el alcalde Gervoy Paredes, debe tener la voluntad política y el coraje de hacer el cúmplase. Nosotros le sugerimos que, en el caso de la mugre, se redacte una ordenanza que diga que cada local comercial del centro, e incluso casas particulares, sean responsables de la mantención de su calle y de su frente. Por otro lado, le pedimos al alcalde que incentivara a los comerciantes que se preocupen de pintar sus fachadas, quizás con algún logo que indique que ese local se destaca por esa área. En el caso de los ambulantes, también se podrían elaborar ordenanzas; sin embargo, no existe la voluntad política.
-¿De qué manera puede explicar lo que pasa?
-El olor a feca y orinas en Angelmó no tiene nombre. Si tú miras desde el terminal al puerto, es una asquerosidad donde se lavan los buses. Ahí hay una carpa que da vergüenza, que no entiendo por qué no se elimina. Y en otro aspecto, ¿cómo vamos a hacer una ciudad amigable si tú no te puedes estacionar en el centro de Puerto Montt?
Carlos Stange,