La dura y siempre conmovedora realidad de los campamentos de pobreza, que en nuestra región no paran de crecer, no obstante los esfuerzos que se hacen por erradicarlos, es una preocupación que debe estar siempre presente a todo nivel. Especialmente, si se ha fracasado en la soluciones definitivas, al constatarse que en la medida que se van eliminando esos asentamientos precarios, van apareciendo otros e incluso en los mismos lugares. Lo que agrava aún más este delicado problema social que parece no tener fin. Y que, por lo mismo, amerita redoblar los empeños gubernamentales -con una decidida voluntad realizadora- por encontrar una pronta salida a esta deshumanizadora crisis de miseria, que afecta a un importante sector poblacional del país y en nuestra zona misma.
Según las últimas encuestas de Techo Chile -institución que lidera la batalla por terminar con los campamentos-, en la actualidad hay en esta región 2.444 familias que sobreviven en 59 campamentos, siendo la séptima en el ranking nacional, que lidera Valparaíso con 10.072 familias. En Puerto Montt, esos enclaves de insufrible y degradante pobreza son 15, con 712 familias allí amparadas.
Entre las causas detectadas, que llevan a la gente a recurrir a la extrema medida de la "campamentación" -a pesar de carecer allí de los más elementales servicios y de la adecuada protección de un techo digno-, se mencionan el alto costo de los arriendos, la falta de oportunidades laborales, la condición de vivir de allegados y situaciones de emergencia como las que se enfrentaron con la Marea Roja en 2016, donde las comunidades dedicadas a las labores de la productividad del mar y afines, tuvieron que soportar un duro golpe económico recesivo.
En consecuencia, una de las tareas más prioritarias, que se anhela acometan las nuevas autoridades por asumir -con la mayor determinación y conciencia de lo urgente que es hacerlo-, se refiere a acabar con esa humillación humana que son los campamentos. Los que allí sobreviven son nuestros compatriotas y merecen mejores opotunidades.