Marcelo Galindo Gallardo
El impacto emocional que puede tener el desarraigo de un niño o niña desde su entorno de origen de manera abrupta y sin una supervisión profesional, es uno de los temas que analiza en materia psicológica el Servicio Nacional de Menores (Sename) en el caso de los niños haitianos que permanecerían en forma irregular en la región.
De acuerdo a los profesionales del Sename, no es lo mismo un proceso de adopción supervisado, con períodos de acercamiento familiar, con evaluación de los postulantes a padres, que otro en que simplemente se toma un niño y se le entrega a un adulto sólo por su voluntad de cuidarlo.
A esta situación se suma la separación a la que están sometidos sus cuidadores, por lo que la carga emocional de los cuatro niños entre 5 y 9 años, es más fuerte.
Para el psicólogo Italo Patrone, de la unidad de adopción del Sename, todo lo que dice relación con la inestabilidad en el cuidado del niño lo pueden afectar en el desarrollo futuro.
"Lo mejor para ello es lograr un ambiente estable de cuidado, porque todo lo que dice relación con las separaciones, a los niños les afecta, pero si esa separación es bien tratada y cuidada en los espacios por los adultos, la afección de los niños será menor, pero no siempre están las condiciones, para que en el contexto de una separación o divorcio se cuide el bienestar de los niños", explicó.
Idioma
Respecto a la preparación que no habrían tenido los niños y niñas que llegaron desde Haití, para enfrentar a su nueva familia, el psicólogo del Sename indicó que al no existir un proceso normado en Chile (adopción de niños extranjeros) "no tenemos conocimiento que haya habido una preparación previa, y por ende se presume que fueron traídos sin ello, y el cambio ha sido algo abrupto, sin una explicación, llegando a un país donde manejan un idioma desconocido, con cuidadores diferentes y una situación socio cultural distinta", aseveró.
- ¿Pero, qué pasa si la familia que acogió a los niños y niñas les entrega un buen trato?
- Claro, ello puede ser positivo porque llegan a un contexto de cuidado que es favorable, porque los niños llegan a una familia que les entrega buenas condiciones de salud y cuidado general, y uno los puede ver ahora y están bien. Pero el proceso previo de cómo fueron traídos desde otro país, cómo llegaron acá y el cambio que debieron enfrentar, podría generar alguna afectación emocional.