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Hallan terapia que podría restablecer los niveles normales de glucosa en personas que padecen diabetes tipo 1

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Un determinado enfoque de terapia génica restablece los niveles normales de glucosa en la sangre de ratones con diabetes tipo 1, según un estudio publicado ayer en la revista científica Cell Stem Cell, lo que podría ser una solución definitiva para las personas que padecen esta enfermedad.

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (en Pensilvania, Estados Unidos) demostraron que este tipo de terapia puede conducir a la supervivencia a largo plazo de las células beta, aquellas que segregan insulina, y alargar el período de nivel normal de glucosa en sangre en ratones con este tipo de diabetes.

"Este estudio es la primera descripción de una única intervención simple, traducible clínicamente en la diabetes autoinmune que conduce a niveles normales de azúcar en la sangre y, sobre todo, sin inmunosupresión", apuntó a la revista Cell Stem Cell el autor principal de la investigación, George Gittes.

El objetivo de la investigación fue generar células funcionales tipo beta a partir de células alfa pancreáticas, que pueden ser la fuente ideal para el reemplazo de células beta por su ubicación y abundancia natural.

Además, este tipo de células pueden producir insulina pero son distintas de las células beta y, por lo tanto, no son reconocidas ni atacadas por el sistema inmune.

"La terapia génica viral parece crear estas nuevas células productoras de insulina que son relativamente resistentes a un ataque autoinmune", dijo Gittes.

El investigador apuntó que la clave de esta resistencia parece deberse al hecho de que estas nuevas células son ligeramente diferentes a las células de insulina normales, "pero no tan distintas que no funcionan bien".

El éxito de este hallazgo en los ensayos clínicos con ratones puede ser la solución para los pacientes con diabetes tipo 1, que tienen problemas con los tratamientos habituales de reemplazo de células beta.

Aproximadamente el 9% de la población adulta del mundo sufre de diabetes, padecimiento que puede causar problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas, daños al sistema nervioso, problemas oculares y enfermedades renales, entre otros.

Más de 8 mil sismos se registraron en chile durante el año pasado

TELÚRICO. Esto implica un aumento de 26% con respecto al 2016, lo que el Centro Sismológico Nacional atribuye al aumento de la cobertrura instrumental de medición.
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Redacción

El Centro Sismológico Nacional, de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, informó que durante el año pasado se registró un total de 8094 sismos en nuestro territorio nacional.

Esta cifra incluye los sismos percibidos (352), es decir, aquellos que fueron reportados por el centro de Alerta Temprana de la Onemi y aquellos que no corresponden a esta categoría (7742), declarados como no percibidos.

Esta diferencia entre sismos percibidos y no percibidos, explican en el Centro Sismológico Nacional, no solamente se relaciona con la magnitud del evento, sino también con la profundidad en la que se localizan estos fenómenos y cuán cerca se ubican de los sitios donde Onemi tiene desplegado sus estaciones de observación.

En general, se considera que para todo el país el umbral de detección (o magnitud mínima) es alrededor de 3, siendo un poco menor -debido al mayor número de estaciones de observación- en las Regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Metropolitana.

Mayor medición

En comparación con años anteriores, el número de sismos ocurridos en 2017 en Chile creció un 26% respecto al año 2016 (6437 eventos) y un 25% respecto al total sísmico de sismos ocurridos en el año 2015 (6499 eventos).

A pesar del aumento respecto a los años previos, en el Centro Sismológico explican que se debe fundamentalmente a dos factores: el aumento de la cobertura instrumental (un mayor número de estaciones instaladas, lo que permite detectar y localizar sismos de menor magnitud) y a los dos grandes terremotos de los últimos años: el de Illapel en 2015 y el de Chiloé en 2016, además de la secuencia frente a las costas de Valparaíso en abril de 2017.

"Chile es uno de los países más sísmicos del planeta y esta cifra anual es principalmente el resultado del robustecimiento de nuestra red de monitoreo, lo que nos permite detectar y observar un espectro de actividad sísmica mucho más amplio, y con mayor detalle, en comparación con los años anteriores" explica el director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos.

El experto señala que en Chile, en general, por cada sismo de magnitud 7, hay aproximadamente 10 eventos de magnitud 6, 100 de magnitud 5, y así sucesivamente.

Por otra parte, indica, la red de posicionamiento satelital (Sistema Global de Navegación Satelital, GNSS) ha permitido detectar no solamente los desplazamientos que se generan prácticamente de manera instantánea durante los terremotos, sino también movimientos lentos asociados al proceso de generación de éstos.

"Lo que sí está claro es que vivimos en uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo, y por lo tanto, nuestro deber como ciudadanos es estar preparados individual y colectivamente -de manera permanente- para enfrentar las posibles consecuencias de estos fenómenos naturales, es decir, vivir siempre en una cultura preventiva" advierte.

Por último, los expertos del centro aclaran también que para el número de sismos de magnitud menor no es posible generar un ranking por regiones.

"Sucede que en algunas regiones disponemos de un menor número de estaciones dada la gran inversión tecnológica y los consiguientes recursos financieros que esto implica. Por lo tanto, resulta obvio que en esas regiones se registrarán menos sismos, no porque haya menos actividad efectivamente, sino porque no tenemos capacidad tecnológica instalada para detectar aquellos sismos de menor magnitud y comparar con otras regiones que están mejor instrumentadas. Como ejemplo, basta recordar que Japón tiene más de 4000 estaciones, mientras que en Chile contamos sólo con un centenar" ejemplifica.

La vigilancia de la sismicidad de menor magnitud en todo el país es muy importante para caracterizar las zonas sismogénicas, es decir, aquellas regiones que generan terremotos y, a través de relaciones de magnitud-frecuencia, se puede estimar los períodos de recurrencia de terremotos de mayor magnitud. Esta información es esencial para cuantificar el peligro sísmico al que se encuentran expuestas las diferentes zonas del país.

Obtención de datos

El Centro Sismológico Nacional, de la Facultad de Ciencias Física y Matemáticas de la Universidad de Chile, obtiene sus datos directamente de la Red Sismológica Nacional (RSN), la cual está conformada por una serie de estaciones distribuidas a lo largo de todo el país. Cada estación se compone de sensores y sistemas de adquisición de movimiento del suelo en: desplazamiento (GNSS), velocidad (sismómetros banda ancha) y aceleración (acelerómetros).

de los sismos registrados el año pasado en Chile fueron percibidos. 7742 fueron declarados como no percibidos. 352

de la población adulta mundial sufre de diabetes, enfermedad que puede conllevar otros graves problemas de salud. 9%