Mirta Vega Barría
Con un cerrado aplauso de los peregrinos que llegaron hasta los pies de la Virgen, en la gruta de Casa Nazaret, fue recibida la afirmación del arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, sobre el rechazo de la Iglesia al aborto, en su prédica.
Entre cuatro a cinco mil personas que siguieron su liturgia, monseñor Caro sacó aplausos cuando llamó a cuidar la vida humana desde que comienza en el vientre de la madre, que ha sido creada a imagen de Dios y que por eso la iglesia va a defender dado que seguirá defendiendo siempre a los niños que están por nacer, y apoyará a las mujeres con embarazos difíciles para que tengan sus guagüitas, no siendo el aborto ninguna solución, reiteró en medio de la interrupción.
Así terminó la festividad de las Inmaculada Concepción, que durante un mes reunió a los católicos para celebrar "las grandezas de María" en todos los templos del mundo, que "trae entre muchos regalos, el perdón y la paz, porque del perdón viene la paz", dijo monseñor al mencionar que además de ello, se necesita también el amor, la misericordia, cuidar la vida humana desde su gestación, creada a imagen de Dios.
"Por eso, la Iglesia va a seguir defendiendo a todos los niños por nacer y apoyará a las mujeres con embarazos difíciles para que tengan sus guagüitas, pero no es ninguna solución el aborto, nunca es una solución", enfatizó, contando que en estas situaciones dan dobles víctimas, por lo que las mujeres tendrán la misericordia, el perdón para que comiencen una vida nueva, anunció el prelado.
Dentro de este mismo contexto de los valores, llamó ante la proximidad de las elecciones, a votar. Proceso que aún cuando es voluntario -afirmó- "es un deber cívico colaborar para elegir a quien pueda guiar el destino de Chile".
En su llamado recordó que no "hay candidatos ideales, pero tenemos que buscar a aquellos candidatos o aquel candidato que mejor puede conservar los grandes valores de Chile", en referencia los héroes que dieron su vida por la independencia nacional. "Los que hicieron los cimientos, la grandeza de Chile, el valor de la vida humana, el valor del matrimonio entre un hombre y una mujer, el valor de la familia, de los más necesitados, los más pobres, de los ancianos, del niño que está por nacer. Pidamos la luz de Dios para que cuando vayamos a votar lo hagamos con conciencia cristiana, pensando en el mayor bien de común de nuestra Patria", proclamó.
Entre los asistentes, habían muchas comunidades religiosas, entre ellas la comunidad Oratorio Mariano, que han llamado mucho la atención cuando salen por su vistosa pechera roja. También estuvieron los niños de Primera Comunión de distintas parroquias que superaron los 50 entre niñas de vestidos blanco y brazalete en el brazo. Esta vez hubo muchos sacerdotes confesando para la entrega de la bendición apostólica (en nombre del Papa) que hizo monseñor Caro para la indulgencia plenaria. Esta se otorga tres veces al año.