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Ministro de la Corte Suprema dijo que violencia de género son "malas culturas"

LAMBERTO CISTERNAS. Para la autoridad del Poder Judicial, la idea es tener una cultura más abierta, "de más respeto mutuo entre los sexos". El abogado estuvo presente en la actividad "acceso a la justicia de mujeres víctimas de violencia de género".
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Marcelo Galindo Gallardo

Fue el ministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, quien encabezó el seminario sobre "acceso a la justicia de mujeres víctimas de violencia de género" realizado en Puerto Montt.

La autoridad de la máxima instancia judicial de Chile, habló sobre los esfuerzos que se están haciendo desde el Poder Judicial, para erradicar estos hechos, y señaló que se trata de situaciones que están arraigadas en lo que calificó como "malas culturas".

El ministro Cisternas se refirió al trabajo que se debe hacer en forma permanente y sostenida a través de la educación, para que la gente abandone estas ideas, "y se vaya plegando a una cultura más abierta, más de respeto mutuo entre los sexos", aseveró.

Para el integrante de la Corte Suprema, hay que tomar medidas por parte de las autoridades, cuando corresponda, para eliminar algunas actividades y acciones, "pero siempre es lo que aparece en la superficie, porque le insisto que lo fundamental es la cultura, la preparación y el sentimiento, y en esta línea es muy importante la preparación de las mujeres, porque si bien las mujeres son las afectadas en violencia de género, muchas veces son ellas las responsables por el machismo que fomentan. Desde que crían a los hijos, lo hacen con cierto machismo, pero involuntariamente, porque ellas fueron criadas de la misma manera", expresó.

Recalcó que por este lado "hay que trabajar para que lleguemos a una situación de equilibrio, y ello va a costar tiempo".

-¿Podría ocurrir esto con más frecuencia en nuestra región?

-Todas las regiones tienen sus zonas rurales y situaciones ancestrales, que son diferentes, pero mi recorrido por Chile me demuestra que en todo lugar aún hay una raigambre aún de la cultura antigua.

-¿Cómo nace la idea de llevar adelante estos proceso de capacitación?

-Esto nace de una inquietud de los Poderes Judiciales de Iberoamérica. Hace ya varios años, los presidentes de Cortes Supremas se reúnen periódicamente. El 2018, se van a reunir de nuevo y toman ciertos acuerdos para mejorar el servicio judicial y que son fundamentalmente acuerdos de buena voluntad. Entre ellos, ya se han tomado dos o tres referidos al acceso a la justicia y particularmente de personas en situación de vulnerabilidad.

-¿Estos seminarios ayudan en ese sentido a mejorar el acceso a la justicia?

-Ello permite que se tome conciencia en este tema que es importante, que es el acceso a la justicia en general y por otra el acceso a la justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad. Decimos vulnerable, porque las personas discapacitadas tiene dificultades para ingresar o expresarse y, a veces, el inmigrante tampoco se puede expresar o la mujer acosada o violentada está en una situación disminuida al igual que el adulto mayor. La idea es ir generando, primero la conciencia, por eso está (seminario) dirigido a jueces y juezas, y personas que trabajan en el sector.