Lunar urbano
Me gustaría comentar una ingrata experienc ia que ojalá saliese entre sus páginas.
Aprovechando el día, decidí salir a pasear con mis pequeños por los alrededores del terminal de buses, para que conocieran de cerca los trenes que están a un costado del museo y disfrutar de los juegos infantiles. Pero, cuando comenzamos a caminar, surgió un aroma extraño que afloraba en el ambiente circundante.
Al acercarnos a la infraestructura de fierro, el mal olor era cada vez mas insoportable.
Había personas en situación de calle durmiendo entre medio de los fierros, y bebiendo alcohol a una hora en que muchas familias e infantes transitan por el mencionado lugar.
Además, estaban inhalando neoprén y consumiendo drogas, sin importar lo que sucede a su alrededor.
Ante ésto, yo me pregunto: ¿Qué hace el señor alcalde con respecto a esta situación?
¿Nuestras autoridades municipales se preocupan realmente de lo que debiesen o sólo están cuidando de su propio bienestar, a la puertas de una nueva elección?
Por el bien de la comunidad, pediría que se preocupen y ocupen de esta situación.
ROCÍO VIVEROS R. Alumna CFT Santo Tomas. Puerto Montt.
Sernador y la rotonda
Nuevamente, el Sr. Aldo Forno me dedica una de sus misivas. Esta vez me acusa de ser el responsable de la rotonda de acceso a Puerto Montt.
Sin embargo, su memoria lo traiciona. La construcción del acceso a Puerto Montt -con la rotonda y las pasarelas que todos conocemos- formaba parte del plan de inversiones 2007 del Ministerio de Obras Públicas para la comuna de Puerto Montt. Nunca fue un proyecto municipal y, por lo mismo, hoy no es el municipio el encargado de reparar la infraestructura dañada. El municipio de Puerto Montt no tuvo mayor injerencia en el desarrollo y ejecución del proyecto ni era resorte del alcalde la determinación del tipo de obra a construir.
Sí fuimos claros en plantear que la mejor opción era la de construir un paso nivelado y no una rotonda. La respuesta de Obras Públicas fue negativa, pues -señalaban- el costo de un paso sobre nivel era demasiado alto frente al uso que se proyectaba -hace 10 años- para el ingreso a Puerto Montt. Espero que don Aldo coma pescado con más cuidado que el que empeña en escribir sus cartas al Diario. Y lo invito a que en su tiempo libre se informe con mayor detalle antes de hacer este tipo de declaraciones.
RABINDRANATH QUINTEROS LARA. Senador de la República. Región de Los Lagos.
Delincuencia
Al escuchar la franja del ex presidente Sebastián Piñera y el diputado José Antonio Kast, que hablan de combatir la delincuencia, con fuerza y voluntad, de aplicar todo el rigor de la ley, del respeto del orden, me pregunto: ¿Qué piensan de los delitos de cuello y corbata? ¿De la corrupción en la política? ¿De la colusión empresarial? Esta última en Chile se castiga con clases de ética, mientras los demás ciudadanos peleamos por educación gratuita, los delincuentes la obtienen como castigo, que ironía.
No se pueden tratar sólo los síntomas, hay que combatir la enfermedad, y el diagnóstico de este país enfermo es muy claro: cáncer de desigualdad.
La delincuencia no es la raíz del problema, es una consecuencia de la severa desigualdad social y económica.
La delincuencia, además de con más carabineros, inteligencia, abogados y jueces, se combate con educación, con oportunidades, con trabajo. El narcotráfico se combate con deporte, música y otras artes. No se trata de encerrar a todo el mundo, menos con la sobrepoblación que hay en las cárceles en el país.
VÍCTOR AGUILAR VIDAL. Ingeniero Civil . Estudiante de doctorado.
Agradece devolución
Escribo para agradecer al señor Pablo Cuyul, quien -sin conocerme- devolvió mi billetera que había extravíado en un colectivo.
La billetera fue devuelta con todo su contenido, lo que es algo muy destacable. Gestos así no son muy comunes; por eso, es bueno destacarlos.
Sin otro particular, se despide de usted.
CAMILO FÁBREGA. Estudiante.
Todos quieren más
Se acercan las elecciones.
Los que tienen quieren más y los que no tienen también quieren más.
En esto hay plena coincidencia.
DANILO PUSIC BERNAL.