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A Chillán partió la medalla de oro del 16° Festival del Salmón

GASTRONOMÍA. Estudiante de 18 años se impuso en torneo culinario que se desarrolló esta semana en Puerto Montt.
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El estudiante Rodrigo Zapata, perteneciente a la carrera de Gastronomía del Colegio Polivalente Padre Alberto Hurtado de Chillán, obtuvo el primer lugar en el 16° Festival Gastronómico del Salmón, Mejillón Chileno y de Las algas, que se realizó esta semana en Arena Puerto Montt.

El joven de 18 años fue parte de la competencia que reunió en la capital regional a 10 equipos de establecimientos medios y superiores, con carreras de gastronomía bajo el formato internacional WorldSkill, que dio vida al evento organizado por la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena de Santo Tomás, en conjunto con la municipalidad de Puerto Montt.

"Estoy feliz de lograr la medalla de oro de este festival, y también de llevarme a Chillán los conocimientos a que obtuve en la competencia. Mi primer menú llevó de entrada un chupe de cochayuyo con quínoa, de plato de fondo un salmón -que es la estrella de este festival-, con puré de habas. El segundo día hice de entrada una crema de choritos", contó el ganador.

Una de las dificultades que enfrentó fue el filetear los salmones. "Nunca antes había visto salmones tan grandes. El primer día, que debimos trabajar con estos pescados, fue complejo. Antes había cocinado con productos del mar pero no era mi fuerte", contó el único ganador de un plantel de educación media.

La medalla de plata de la competencia quedó en manos de Aracelli Fuentealba (20 años), estudiante del IP Chile de Santiago; mientras que el tercer puesto y la medalla de Bronce fue para Tiare Muga (21 años), del Centro de Formación Técnica Enac, de Caritas Chile en Santiago.

Efectos de la Ley Lafkenche motivan a expertos a proponer su modificación

CONCESIONES. El impacto de las solicitudes de Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO), fue analizado durante un seminario que organizó en la capital regional la Cámara de Comercio de Puerto Montt y Sofofa.
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Erwin Schnaidt Ávila

El rechazo de la Subpesca a la solicitud de una concesión de Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios (ECMPO) en un amplio sector del seno de Reloncaví, no apagó esa polémica, por la forma en que es interpretada y utilizada la denominada Ley Lafkenche.

Esa presentación de la comunidad indígena Rilon Kawin-Kaynel abrió un debate en torno a esa norma, que ayer prosiguió en el marco de la jornada "Ley Lafkenche y la gestión del borde costero", que organizó la Cámara de Comercio de Puerto Montt, junto a Sofofa, SalmonChile y Armasur.

Convivencia armónica

En la oportunidad, Francisca Toledo, gerenta de Estrategia de la Cámara Marítima Portuaria de Chile (Camport), planteó que al aplicarse esta ley quedó en claro la superposición de normas. "Es un claro ejemplo de cómo estamos incorporando las distintas regulaciones, en las demandas de los sectores de nuestra gestión del territorio", aseveró.

Planteó que se produce una tensión e incertidumbre por los tiempos de tramitación de esas solicitudes. "No podemos congelar el desarrollo del territorio, porque el proceso de revisión demora cuatro o cinco años", expuso.

Manifestó que todas las partes, incluso los solicitantes de ECMPO, "se están viendo afectadas por un tema de procedimientos. Hay una falta al principio de eficiencia administrativa, al no agilizar esos procesos".

En la parte final de su charla, expresó que esta situación debe definirse mediante una "institucionalidad que nos asegure tuna convivencia armónica del borde costero".

Se mostró esperanzada en que ello sea resuelto por la autoridad de Gobierno "ya sea ésta o la entrante; y que se haga cargo de esto y tomen medidas concretas, ojalá en el corto plazo. Creo que esta situación simplemente se va a ir complejizando y va a tener perjuicios -finalmente- para todos los actores".

El problema: sus efectos

Luego, fue el turno de Reinaldo Vidal, director de Index Salmón, quien -entre otras- aportó cifras de la situación actual en materia de comunidades y asociaciones indígenas, además de concesiones otorgadas a partir de 2008, cuando se promulgó esa ley.

Pero también abordó la implementación de ella. "El problema no es la solicitud de ECMPO, sino sus efectos de una ley que no tuvo la debida arquitectura jurídica, preveyendo el futuro", aseguró.

Llamó a entender que todos los actores del borde costero son los afectados. "Las comunidades ven retrasadas estas solicitudes y los privados ven limitada su inversión, producto de los efectos suspensivos. Ambos podrían convivir adecuadamente, consensuando. La modificación de la ley es necesaria, aunque necesita un buen trabajo y entendimiento entre las comunidades", dijo.

Mesas de diálogo

Tras las exposiciones, hubo espacio para intervenciones de los asistentes. Una de ellas fue la de Claudio Pérez, gerente de la Fundación Chinquihue, para quien hay complejidades para modificar la legislación, por lo que propuso el establecimiento de mesas de diálogo.

Para ello, planteó la participación de actores políticos confiables; de privados con capacidad y voluntad de dialogar; y de dirigentes sociales que no malinterpreten la norma, lo que "es gran causa de los problemas de hoy", debido a la "ausencia de espacios de socialización de la ley", adujo.