Otra de las necesidades actuales latentes de la población de Puerto Montt, que se ha visto agudizada sobre todo por los cambios climáticos imperantes -con más prolongada intensidad de los rigores invernales- es la de refugios peatonales debidamente protegidos de esas inestabilidades atmosféricas características de la zona, pero que ahora se presentan con mayor intensidad.
De manera que el clamor de nuevos paraderos, -cada vez más potente de la comunidad-, se justifica plenamente y amerita de las soluciones que corresponden dentro de un plazo prudente, donde no interfieran las acostumbradas burocracias y el anémico dinamismo ejecutor.
Desde el plano municipal y gobierno regional,-¡enhorabuena!-, ha habido una respuesta oportuna a estas inquietudes ciudadanas. Por lo que ya se comenzaron a estudiar las mejores alternativas en procura de una adecuada solución a las planteadas demandas ciudadanas. Y se proyecta la construcción de más de 200 refugios para peatones en diversos barrios de esta comuna, que sean garantía de protección y seguridad para la gente que hoy utiliza la locomoción colectiva, con el sacrificio de estar a la intemperie a merced de las habituales lluvias, vientos y gélidas temperaturas.
Se trata de una inversión del orden de los 1 mil 600 millones de pesos, para la materialización dentro de la Comuna de Puerto Montt, incluyendo sectores rurales, de este anhelado proyecto el próximo año 2018, según la intención de las autoridades, que confían en el logro de fondos sectoriales que permitan concretar una obra de calidad y en el tiempo previsto. Y teniendo en cuenta que se trata de paraderos que, además de servir a la gente, deben estar a tono con la jerarquía turística de la ciudad.
Conviénese, que así como se avanza en estos indispensables adelantos urbanos, se recomienda a la comunidad cuidarlos con esmero. Y no volver al vandalismo destructor de los refugios peatonales, evidente hoy en los destruidos y sucios. O rayados, como los que se acaban de entregar en el centro.