Es tan importante para Puerto Montt el tema de la industria de cruceros marítimos -por su aporte al desarrollo socioeconómico local-, que cada vez que surgen novedades en su entorno, el interés puertomontino se vuelca hacia esa palanca de progreso, mientras renacen las esperanzas y la voluntad de mejorar capacidades portuarias para que esos recursos no dejen de fructificar y se prolonguen en el tiempo.
Frente al trascendido de una tendencia a la baja de los programas cruceristas en América del Sur, con preferencia por circuitos más cortos, la espontánea reacción es buscar la optimización de los servicios que se entregan en su litoral, para reencantar a los turistas globales de estos tiempos enamorados de paisajes de ensueño y desconocidas culturas patrimoniales, libres de contaminaciones y palpable autenticidad.
En todo caso, para Puerto Montt -frente a la nueva temporada de visitas de grandes transatlánticos, que se iniciará el 9 próximo- se prevé un incremento de recaladas del 8% en comparación a la etapa anterior: 44 ahora y 41 el año pasado. Lo cual confirma a este puerto y la región como un destino preferente del cono sur para los pasajeros que navegan por el mundo.
Se trata de una buena noticia para los puertomontinos y sus proyectos de desarrollo en el ámbito de la industria turística de cruceros. La actividad aquí no merma y, por ende, demanda calidad en la atención de los visitantes. Tal como lo ha enfatizado Ricardo Trincado, gerente general de la Empresa Portuaria Puerto Montt, para quien la clave del éxito en esta materia estará siempre en la jerarquía de los servicios que se aporten, y para lo cual es primordial la coordinación y mancomunidad público-privada como motor anfitrión de este turismo marítimo internacional en boga. Así como también es un respaldo que estimula a no dejar de apoyar proyectos innovadores -en el marco de la recepción de cruceros- como el de la habilitación de un terminal exclusivo para estas meganaves y el más seguro y fluido desembarque de sus viajeros.