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Mal olor y enfermedades sigue afectando a vecinos de poblado de Parga en Fresia

500 HABITANTES. Situación se viene denunciando hace 2 años y hasta el momento no existen medidas concretas de las autoridades. Aguas servidas decantan en el Río Llico sin tratamiento.
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Marcelo Galindo Gallardo

La Brigada Investigadora de delitos Medio Ambientales (Bidema) de la PDI de Valdivia llegó la semana pasada a realizar las primeras diligencias para establecer presuntas responsabilidades penales en la grave contaminación ambiental que afecta al pequeño poblado de Parga en Fresia, donde viven alrededor de 500 personas.

La situación se registra con mayor fuerza hace más de dos años, lo que motivó a los habitantes a organizarse e interponer una querella, en el Juzgado de Garantía de Puerto Varas, contra todos quienes resulten responsables por este hecho.

La idea es sancionar penalmente a quienes son parte de esta negligencia y también a quienes resulten responsables por omisión.

De acuerdo a la abogada de los vecinos de Parga, Orieta Llauca, se están pidiendo varias diligencias, pero criticó la tardanza del Ministerio Público en proveer el requerimiento.

"Ingreso el 18 de abril y recién se proveyó en Fiscalía a fines de agosto", aseveró.

Aire

De acuerdo a Josefina Effinier residente de Parga hace más de tres décadas, y vocera de la campaña "Parga no da más", existen varios informes que dan cuenta del grave daño ambiental que existe en la localidad, y de las constantes afecciones de los vecinos, especialmente de los niños.

De acuerdo a la vocera, varios niños han sufrido de rotavirus hasta seis veces en el año, y de acuerdo a los médicos, lo normal es que esta afección, se registre en forma anual, una o dos veces.

"El problema está en el aire, ya es complejo respirar, y el mal olor sale por los baños, los lavaplatos, en la calle, provoca dolores de cabeza y estomacales", adujo.

Dijo que en la última celebración de San Sebastián el 20 de enero, llegaron pocos feligreses, "y todos se tapaban la nariz y la boca", comentó.

La planta de tratamiento de aguas servidas que era levantada en Parga quedó a medio construir en el 2012 porque la empresa quebró.

Para la abogada Orieta Llauca, lo importante era actuar rápido por los problemas de salud que afectan a la población.

"Aquí existen responsables en el aparato público, porque sabiendo del problema no hicieron nada", apuntó.

Intoxicaciones

Uno de los informes solicitados por los vecinos, es del médico Christian Sandoval, del Hospital de Fresia.

Junto con dar a conocer la serie de problemas que provoca la presencia de coliformes fecales que son vertidos en el río Llico sin tratamiento, el profesional señaló además que existe emanación de gases tóxicos y potencialmente explosivos.

"Ello puede provocar intoxicaciones e incluso la muerte de la flora y fauna, y por sobre todo de las personas que habitan las zonas aledañas. En conclusión la comunidad de Parga se enfrenta a una emergencia sanitaria que debe ser resuelta a la brevedad por las autoridades correspondientes", manifestó.

Pese a ello hasta la fecha no se ha tomado ningún tipo de determinación que permita poner fin a este grave inconveniente de contaminación por aguas servidas no tratadas en Parga.