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"Hola mimo", el robot que enseña programación a los más pequeños

CIENCIA. El proyecto de dos ingenieros de Concepción surgió con el propósito de que niños entre cuatro y ocho años se relacionaran con la tecnología de una manera más interactiva, sin estar frente a una pantalla constantemente.
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Corría el 2015 cuando Octavio Lira y José Urra, dos ingenieros civiles electrónicos de la Universidad de Concepción, comenzaron a trabajar en un proyecto en distintas zonas de Chile para la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi). Entonces, tras visitar pequeñas localidades, ambos se dieron cuenta de que existían problemáticas que se podían resolver de manera fácil y económica.

Ambos observaron que el acceso a la tecnología era algo alcanzable para los niños, si es que éstos aprendían algunas cosas como programar y tener ciertas nociones básicas de electrónica. Ante el planteamiento de esta interrogante, nació el proyecto "Hola Mimo".

Octavio, uno de los precursores de esta iniciativa, cuenta que "Mimo" es un robot creado para que los niños, a través de la programación electrónica, logren resolver problemas sobre distintos escenarios.

"Al investigar, nos dimos cuenta de que todo lo que hoy existe para aprender a programar estaba enfocado a niños mayores de ocho años, con set de robótica predefinidos", plantea Octavio.

Octavio Lira menciona que la decisión de crear este robot nació bajo la premisa de dar mayor lugar a la creatividad de los más pequeños como parte de un complemento educacional dentro de las salas de clases: "Debemos asegurarnos de que los niños desarrollen las competencias necesarias para el siglo XXI. Una de las maneras de lograrlo es a través de la programación electrónica", afirma el ingeniero de la Universidad de Concepción.

Según los ingenieros, las personas pueden asociar la programación electrónica a una pantalla negra llena de códigos indescifrables e inexplicables como parte de una difícil ecuación pero, también afirman que "programar trata de resolver un problema complejo en secuencia de estructuras simples que los niños logran manejar de forma muy rápida".

Es así como "Mimo", el robot creado a base de madera y cubierto de fibra de vidrio, comenzó a llegar a distintos salones de clases para interactuar con los niños como un agregado en sus materias escolares.

Octavio y José no querían crear una aplicación para que los menores tuvieran que programar a través de una pantalla, sino que decidieron entregar la tecnología de manera más concreta, mediante la creación de un espacio donde los niños pudieran tocar y relacionarse directamente con el robot. "El funcionamiento de 'Mimo' es muy sencillo. Éste se mueve dentro de una alfombra cuadriculada, se desplaza a través de un tablero (como un control remoto) donde los niños les ponen fichas para moverlo en distintos sentidos", explican los ingenieros. Los más pequeños tendrán que armar diferentes códigos para desplazar a "Mimo" en la alfombra, generando un recorrido por medio de la programación de movimientos que estos mismos crean.