EEsta última semana fuimos testigos de cómo nuestra Región de Los Lagos, tanto en el continente como en la isla de Chiloé, fue afectada por un fuerte temporal de lluvia y viento, dejando inundaciones, decenas de familias damnificadas en varias localidades de la zona, sobre todo en aquellas más aisladas, y cuantiosos daños en infraestructura. Uno de los perjudicados por el sistema frontal fueron los pequeños agricultores de Fresia, en la Provincia de Llanquihue. Más de 200 familias que viven de la agricultura campesina y la crianza de animales quedaron aisladas producto de la crecida del río Llico en los sectores Traiguen, Los Cañones y Yerbas Buenas, lo que no solamente complicó a su vida cotidiana, sino también a su ganado producto de la falta de alimentos.
La reacción frente a este tipo de situaciones debe ser rápida y coordinada con los respectivos organismos técnicos estatales. Y esa es una de nuestras tareas como Gobierno y parlamentario por la zona: preocuparnos y ocuparnos en terreno cuando ocurren hechos extraordinarios inesperados que afectan a nuestros compatriotas y vecinos, pues ellos deben ser nuestra prioridad.
Por lo mismo, apenas nos trasladamos a la zona para interiorizarnos de lo que estaba pasando, coordinamos junto al intendente Leonardo De la Prida todas aquellas acciones que fueran en beneficio de nuestra gente y solicitamos al director regional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Enrique Santis, realizar en forma urgente un catastro para conocer la cantidad de familias y animales afectados, de manera de ir en ayuda de cada uno de ellos.
Gracias a las gestiones de la Gobernación de Llanquihue y del propio Indap, que comprometieron su apoyo a la brevedad, fuimos en ayuda de los cientos de afectados de ese sector. Es así como ayer martes, con enorme satisfacción y alegría, entregamos cajas de alimentos a más de 160 familias damnificadas, las que les permitirán sobrellevar de mejor manera este fuerte temporal.Si bien nuestro Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet ha ido respondiendo a los damnificados con la máxima premura, aún queda mucho por hacer, sobre todo con aquellas familias campesinas que aún permanecen con problemas. El esfuerzo y trabajo debe ser de todos.
Fidel Espinoza San doval, diputado de la República