Chilotes ayudaron a reparar algunas partes de la dañada parroquia Nuestra Señora del Rosario
MAULLÍN. Trabajaron durante el fin de semana y la comunidad colaboró en el alojamiento y alimentación. Se trata de la Asociación de Carpinteros Patrimoniales.
Lo llaman una "Minga", porque no sólo llegaron carpinteros y profesionales de Chiloé, sino que de distintos puntos del país. El objetivo era en tres días realizar reparaciones en sectores puntuales de la centenaria parroquia Nuestra señora del Rosario de Maullín, que desde mediados de julio evidenció problemas en su estructura.
Son 124 años que la iglesia, tradicional en su arquitectura, lleva en ese punto de Maullín, y tras conocer el problema la Asociación de Carpinteros Patrimoniales de Chiloé, tomaron al iniciativa y cumplieron con la reparación de varios puntos de la iglesia.
21 personas llegaron a Maullín, y la comunidad los acogió con el alojamiento y la alimentación. "Se hizo un estabilizado en la parte superior del coro, más que nada porque hay ausencia de piezas de lo que es la base. Se está haciendo un levantamiento crítico, planimétrico de diagnóstico para ver a través de arquitectura dónde están los puntos complejos", relató la arquitecto Alejandra Carvajal. Para la profesional, que estuvo trabajando desde el viernes, finalizando ayer domingo, la idea es retornar para terminar de hacer la limpieza y eliminar las fecas de las palomas, pero además finalizar con el levantamiento.
"También participaron los estudiantes de arquitectura e ingeniería civil, porque es importante identificar ciertos aspectos de la iglesia de Maullín que tiene muchos detalles. Habrá otra jornada de trabajo, que se va a planificar pronto", aseguró Alejandra Carvajal.
El padre Mirson Cayupel valoró y agradeció a la Asociación de Carpinteros Patrimoniales de Chiloé, porque ello va a permitir la finalización del levantamiento del estudio para el futuro proyecto de reparación definitiva del templo.
"La idea es hacer un documental para que la gente conozca qué se está haciendo en Maullín para salvar nuestra iglesia. Por ahora las misas se harán en la casa parroquial", aseguró.
Para el párroco, la llamada "minga" fue muy positiva y agradeció a la comunidad y la Municipalidad de Maullín, por la colaboración.