Javier Andrade Cárdenas
El cesto chileno vivió el viernes por la noche en Perú uno de los logros más importantes de su historia.
La Roja Sub 17 se proclamó campeón del Sudamericano, al vencer al que se suponía invencible cuadro de Argentina por 70-60, coronándose de forma invicta con el torneo realizado en Lima.
Y entre sus protagonistas, brilló con luces propias el jugador del Club Escuela de Básquetbol Puerto Montt, Kevin Rubio Romero (1.90 metros), de 17 años y alumno del Colegio Domingo Santa María.
Junto a Nicolás Villagrán, del CDSC Puerto Varas, formaron parte de la escuadra chilena que escribió uno de los episodios más importantes de la historia del básquetbol nacional. El jugador del CEB se convirtió en uno de los puntales para la lograr la corona. En el compromiso ante los argentino, fue el mejor jugador de la Roja, sumando 22 puntos y capturando 7 rebotes para la victoria de los dirigidos de Galo Lara. Rubio brilló junto con el ex jugador de Deportes Castro, Ignacio Arroyo, y el pívot Maxwell Lorca, quien fue ungido como el mejor jugador del campeonato.
NúMEROS de la gesta
La campaña perfecta del cuadro nacional tuvo cifras positivas para el jugador puertomontino, ya que resultó ser el goleador del equipo con 16.4 puntos por partido, lo mismo que en la tabla de los rebotes, donde promedió 7.8 por juego.
Samuel Rubio, padre de Kevin, destacó la gran actuación del plantel nacional, como testigo privilegiado de la hazaña del grupo de jóvenes. "Para todos los que vivimos este deporte significa una sensación enorme, una felicidad inexplicable, tras haber roto un récord y de dejar a Chile en la historia", enfatizó. Agregó que el equipo fue creciendo mentalmente, todos dejaron en la cancha una huella. "No me gusta nombrar a uno en especial, como equipo en general se lucieron al máximo y pusieron el nombre de Chile en lo más alto. Fueron reflejando una identidad pleito tras pleito", subrayó.
Sobre Kevin Rubio, afirmó que "él tenía muchas ganas de ganar este título, tiene mucho que agradecer a gente que estuvo muy cercana a él. También entre el cuerpo técnico y el plantel, se fue formando cada día más cariño y confianza. Había unidad en el camarín y tenían claro que podían celebrar y lo consiguieron", puntualizó.