Urgencias área sur de Tenglo
Tal como usted lo ha señalado en varias oportunidades en su editorial, el sector sur de la isla Tenglo es el que tiene mayores urgencias para sus habitantes, ya que no cuenta con los mínimos servicios básicos, incluyendo el retiro de las basuras propias y las que llegan con las mareas, posta médica, resguardo policial preventivo y un sistema de protección vecinal contra incendios o a causa de algún desastre de la naturaleza.
No existen almacenes, restaurantes, bares, plazas de juegos o canchas deportivas, que sí existen en todos los pueblos, villas y ciudades de nuestro país. Menciono restaurantes y bares, porque al no existir, las personas ingieren bebidas alcohólicas en los caminos, en grupos de amigos, dando una muy mala imagen a los vecinos y visitantes, lo que no ocurre en la ciudad, ya que tienen lugares legalmente habilitados para ello y nadie lo nota ni critica.
Se suma y agrava a lo anterior, que no cuenta con muelles o rampas adecuadas a ambos lados del canal, para que sus habitantes puedan cruzarlo en los precarios botes mal acondicionados para ese fin, porque tienen que tener la cualidad de poder llegar hasta la playa, desembarcar sus pasajeros por una banca de madera y luego sus patrones a pulso empujar el pesado bote hacia agua profunda para zarpar nuevamente. Si existieran los muelles adecuados, se podrían usar botes de mejor calidad, que cuenten con la seguridad necesaria.
En días de viento y temporal, es una odisea cruzar este canal y no ha habido una tragedia mayor, porque seguramente la Divina Providencia ampara a los ancianos y niños que lo cruzan diariamente para ir a los consultorios y escuelas en la parte continental.
Es indignante, señor Director, ver que enfermos y ancianos son llevados en una carretilla del tipo que se usa para la construcción, desde sus casas hasta el bote, entre las piedras y arena de la playa en baja marea.
Por esta razón es que debo felicitar a los miembros del sindicato de pescadores y boteros de La Puntilla, porque a pesar de tener muelles suficientes, han logrado que se inviertan en la ampliación de estos 120 millones de pesos, en mejoras, cambio de luminarias y casetas de resguardo.
Con esa cifra se podrían construir cinco muelles o embarcaderos en otros sectores del Canal Tenglo, que no existen y además permitiría poner en funcionamiento el Taxi Municipal que esta sin ser ocupado por la misma razón.
Indudablemente que los intereses están dirigidos a quienes más reclaman. Nuestros vecinos son gente pacífica , educada, de gran sencillez y valía personal, cultivan la tierra y venden sus productos en Angelmó todos los sábados. Han enseñado a sus hijos que un hogar debe respetarse, honran sus antepasados, son mariscadores, pescadores, tripulantes y técnicos profesionales. No marchan ni agitan banderas negras, rojas ni blancas. No destruyen, sólo aportan ejemplo. Son ciudadanos que merecen el reconocimiento y apoyo de las autoridades en la solución imperiosa a sus problemas de transporte, seguridad y salud. Y ahora, porque mañana puede ser tarde.
CHRISTIAN YOVANE. Vecino de Isla Tenglo-Sector Sur - Punta Piedras.
Repasos nerudianos
Vuelvo a la poesía nerudiana (recién releí "La divina comedia" de Dante) y digo que no estamos lejos del cielo ni de la tierra ante la vasta obra del poeta nacido en Parral.
Sólo recién, junto al escritor Manuel Gallegos, nos alucinamos una vez más, leyendo y escuchando cartas y entrevistas imaginarias dirigidas a nuestro Premio Nobel de Literatura, escritas por estudiantes del "archipiélago" de Llanquihue. Hay una escuela y un libro que ya guardan su testimonio, Pablo Neruda, diseñada arquitectónicamente con imágenes de las odas y el libro "Entre mascarones y caracolas", editado por la misma Escuela.
En este "barco de niños nerudianos", han navegado los habitantes de cada lugar, las aulas de los peces, los pájaros, las plantas y los fogones de la memoria.
Ha sido una conversación muy generosa y motivadora de nuevas lecturas poéticas en torno a una taza de menta, un pan y una manzana, similar a esa otra mesa de nuestro primer Premio Nobel, Gabriela Mistral (ya sumamos 2 copas mundiales).
Pido a todos los niños que vayan por los campos y playas, recogiendo caracolas y hierbas medicinales y espantemos un poco los fantasmas de los días.
Precisamente, Neruda escribió un texto llamado "Las manos del día" dedicado a todas las manos que labran y siembran la tierra, los artesanos de la madera, el mimbre, la greda y las flores.
Sería bueno, también, satisfacer el gusto apetitivo con un delicioso caldillo de congrio en todo rincón marino, caleta Angelmó, Pueblito de Melipulli, Mercado Municipal del "alto" y repetir a todo pulmón la "Oda al caldillo de congrio".
NELSON NAVARRO CENDOYA.