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Alemana radicada en la capital regional asegura que "los chilenos merecen ganar"

FINAL. Silke Wolf Petzinger llegó a Puerto Montt en el año 1972, tras casarse con un chileno. Para el duelo de hoy de la Copa Confederaciones, cree que los alemanes tienen mejor estado físico, pero no obstante, la Roja ha mejorado mucho.
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Viviana González Rodríguez

Su acento germano se mantiene intacto a pesar de llevar varias décadas viviendo en Puerto Montt. Es Silke Wolf Petzinger, alemana radicada en la capital regional desde 1972, cuando llegó un par de años antes, luego de casarse con un chileno en su natal Alemania.

Hoy, la Roja de Todos jugará -por primera vez- una final FIFA y ni más ni menos que ante los campeones del mundo.

Si bien los teutones no tiene las gambetas de Alexis, el liderazgo de Vidal y Bravo, ni la garra de Gary, ostentan una eficiencia y efectividad durante la era de Joachim Löw, al mando de la banca germana y a pesar de que para esta copa llegaron con un equipo mal llamado B, su técnico está convencido de que pueden ganar la Confederaciones.

Para el cotejo de esta tarde, Silke Wolf tiene claro que "los chilenos son buenos y que el alemán es un equipo joven, nuevo. Creo que los chilenos tienen más experiencia y posiblemente, los alemanes son físicamente mejor; entonces, si me recuerdo del partido anterior, el primer gol de Chile fue prácticamente un regalo de los alemanes, porque el portero le puso casi en el pie al jugador chileno la pelota para que entre al arco", señaló la germana.

A su vez y tras ser consultada sobre el resultado de hoy, el silencio se hizo presente y tras un suspiro dijo que se alegraría si cualquiera de los dos ganara.

No obstante, "pienso que sería bueno si gana Chile, porque Alemania han ganado siempre mucho. Por eso, que ganen los chilenos; además por el tiempo de esos jugadores, no van a poder jugar por muchos años más, así que ganen", remarcó.

Si bien la germana indicó que se adaptó rápido a costumbres chilenas, "hay una parte de mí que siempre será alemana, que es en mi forma de ser", añadiendo que lo más 'alemán' que aún ostenta es que "soy muy directa en mis opiniones y eso es un poco chocante aquí en Chile".

Cuando terminó la segunda guerra mundial, Silke Wolf tenía alrededor de cuatro años y medio y "me acuerdo que cuando salimos de Frankfurt a Münich, las calles se veían destruidas en ambos lados; las casas, los negocios y todo estaba tapado y se veían llamas . Y lo que más está en mi recuerdo, es que lo trenes se veían todos tan negros y que uno no lograba entrar por la puerta, porque estaban tan llenos y a nosotros los niños nos metían por las ventanas", rememoró la germana.

Lo claro es que esta tarde, en la final de la Copa Confederaciones, se enfrentarán los dos mejores equipos del torneo, donde gane quien gane, el corazón de esta alemana quedará satisfecho.