Las bombásticas contrataciones que remecieron el mercado de fichajes
ABREU SUENA EN PTO. MONTT. Mario Alberto Kempes y Carlos Navarro Montoya son ejemplos de estrellas del fútbol que pisaron suelo chileno, dejaron su huella y que hasta hoy son recordados. TROTAMUNDO. El ex central Delfín tomó sus maletas y partió a Brunéi. Hoy, entre mezquitas y el Ramadán, afronta sus nuevos desafíos.
El fútbol chileno no es una competencia que pueda jactarse de traer al balompié a figuras de talla mundial. No obstante, han sido clubes, de los llamados 'pequeños', quienes han cumplido tal sueño y contaron entre sus filas con históricos, quienes no pasaron inadvertidos en sus respectivas instituciones, ni mucho menos para el país y toda la prensa, tanto nacional como extranjera.
Por ello y siguiendo el ejemplo de Fernández Vial y Deportes Concepción, es que la llegada de Sebastián Abreu no pasaría desapercibida ni en Chile ni fuera de las fronteras y, de paso, Deportes Puerto Montt marcaría un hito en sus 34 años de vida.
El almirante
Fue el club deportivo Arturo Fernández Vial quien marcó un precedente si de fichajes mundiales se trata. Esto, cuando en agosto de 1995 dio el golpe: sacó del retiro al mundialista de la Argentina campeona del 78, Mario Alberto Kempes, de 42 años en ese entonces y lo trajo al ascenso chileno.
Fue su amigo y técnico del almirante, Pedro Lucio Oliveira, quien lo hizo vestirse de aurinegro; club, donde alcanzó a jugar 11 partidos y marcar cinco goles. Además, Kempes se dio el gusto de frustrar las aspiraciones de ascenso de Rangers de Talca, tras ganarle 2-1 en la última fecha, marcando los dos goles de Fernández Vial.
La llegada de Kempes paralizó a Concepción y durante las semanas previas a su debut, en la ciudad no se hablaba de otra cosa que no sea del 'Matador' o 'la pierna izquierda de Dios', como era apodado el mundialista "che"
El león rugió
A pesar de que su carrera estuvo marcada por el exitoso paso por Boca Juniors, Carlos Fernando Navarro Montoya dejó una huella en el fútbol chileno, cuando en el 2001 Deportes Concepción lo vistió de lila y durante 13 partidos defendió la portería penquista.
El 'Mono' llegó a reforzar la portería del León de Collao para la Copa Libertadores del mismo año, con quienes avanzó hasta los octavos de final, donde los detuvo el Vasco da Gama de Romario.
Desde que pisó suelo penquista, se transformó en uno de los principales ídolos de la institución lila y su paso por el Biobío no pasó inadvertido.
Fue tal el cariño del hincha hacia Navarro Montoya, que el León de Collao dejó una huella en el portero, quien no quedó ajeno a la desafiliación del club lila e hizo sentir su desazón ante la medida de la Anfp hacia el club penquista.
Además de Navarro Montoya, en el 2010, nuevamente sería Deportes Concepción quien daría el golpe a la cátedra y contrataría a un mundialista: el colombiano Hamilton Ricard Cuesta.
El delantero defendió a su país en el Mundial de Francia 1998 y en las Copa América de 1997 y 1999; y en ese entonces, fue fichado con el claro objetivo de volver a la división de honor. Durante su carrera, en total entre clubes y la selección, jugó 573 partidos y anotó 217 goles, dejando una gran imagen en el fútbol internacional; sobre todo, en el Middlesbrough inglés, donde marcó 56 dianas en 115 partidos.
De Puerto Montt a un Sultanato: el salto de Vincent Salas al fútbol de Singapur
"Feliz de esta oportunidad que se me presentó, que es algo que Dios puso en mi camino, porque no tengo otra explicación". Con esas palabras, Vincent Salas, otrora central Albiverde, describe el momento por el cual atraviesa.
Esto, luego de que Daud Gazale lo contactara, ya que sabía que una vez finalizado su vínculo con el Velero, Salas quedaba libre "y antes de que firmara en Copiapó, porque yo sólo había hablado con el profe Erwin, me habla por Instagram y me cuenta que estaba jugando en el sudeste asiático, en Brunéi, y que existía la posibilidad de que me fuera a probar, porque estaban buscando un central", relata desde el Sudeste Asiático el ex defensa Delfín.
Ante dicha posibilidad, Vincent Salas no lo dudó, envió un video y cuatro días después, Gazale le informó que a los dirigentes les había gustado y que saque pasaporte para enviarle el pasaje y se fuera a probar al DPMM FC de Brunéi.
Con pasaporte en mano, el 31 de mayo, emprende el nuevo rumbo. "El vuelo fue de Santiago a París, donde tuve una escala de 12 horas y me fui a sacar una foto en la torre Eiffel, para que pensaran que estaba de vacaciones, porque me pidieron discreción en el tema", confiesa Salas, quien tras su breve paso por la ciudad de la luz, nuevamente tomó un avión -por otras doce horas- con destino final a Brunéi; no sin antes, esperar otras cinco horas en el aeropuerto de Singapur.
Una vez en las tierras del sultán Muda Hassanal Bolkiah, uno de los hombres más ricos y excéntricos del mundo, Salas se presentó ante los dirigentes y entrenador Steve Kean; y tras cuatro días de espera, le confirmaron lo que ansiaba: había pasado las pruebas y firmaría contrato hasta noviembre de este año, el que incluye dinero para arriendo de una vivienda más un automóvil.
"Estoy a miles de kilómetros de mi casa, pero cumpliendo un sueño que varios quisieran: ganando buenas lucas y ojalá que esto sea el comienzo de algo bonito", subraya Salas, quien reconoce que Daud Gazale es la persona que lo está guiando, apoyando y que lo tiene trabajando profesionalmente; ya que para ambos, si les va bien en el sudeste asiático, después podrían abrirle las puertas a otros compañeros.