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Escuela Libre de Alerce: el refugio para el encuentro y cultura en la ciudad satélite

PUERTO MONTT. Un espacio destinado para la educación y entretención de los vecinos es lo que genera la organización.
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Creada para generar un espacio que sirviera de encuentro para los vecinos, y en especial para los más pequeños, nació la Escuela Libre de Alerce, perteneciente a La Otra Educación, una red de establecimientos que busca provocar un encuentro colectivo en barrios para participar, reflexionar y transformarlo en conjunto.

Así y gracias a las voluntades de unas diez personas, se formó hace unos cuatro años esta suerte de refugio al que llegan cada sábado los habitantes de la Junta de Vecinos de Los Peñihues en Alerce Sur.

"Éramos un grupo de amigos que queríamos desarrollar un trabajo territorial en base al trabajo con los niños y vecinos, con el fin de generar puntos de encuentros donde se detecten los problemas y deficiencias del sector, considerando que la solución están entre ellos mismos", explica Marcia Paredes, presidenta de la organización.

Basados en las metodologías propuestas por el educador brasileño Paulo Freire, el equipo ha logrado no solo apoyar problemáticas de los habitantes del sector, sino también ofrecer diversas actividades que pretenden educar a través de la entretención a grandes y chicos, y al mismo tiempo, entregar un ambiente acogedor para esos niños que en reiteradas oportunidades deben quedarse solos porque sus padres están fuera trabajando.

"Desarrollamos talleres para niños en diversos ámbitos como medioambiente donde hacemos reciclaje, huertos y compostajes, también tenemos cursos de resolución de conflictos y temas valóricos, entre otros", detalla Paredes.

La presidenta y una de las fundadoras de la iniciativa además cuenta que ofrecen nivelación de estudios con fines laborales. "Para eso se cuenta con profesores voluntarios, los que realizan clases en Lenguaje y Comunicación, Historia y Ciencias y Matemáticas", relata la joven cientista política y administradora pública.

Reciclaje y microbiblioteca

"Lo que más me motiva es la entrega y el aprendizaje que significa la otra educación. Fantaseo con la idea de generar un huerto urbano, que haga tener una alimentación más sustentable y más sana", dice Pablo Carvajal, quien construyo el domo que junto a la huerta, han sido de los proyectos que más destaca en esta junta de vecinos, ya que lo han construido de manera mancomunada, aprendiendo sobre la temática del medioambiente.

"Lo que más me ha gustado de lo que he aprendido en la escuela es cultivar", dice Matías Cárcamo, uno de los niños que participa desde que se formó la escuela libre.

Por otro lado, en marzo pasado inauguraron la primera biblioteca del sector, la que además se emplaza en un espacio muy particular.

"Yo participo desde los 8 años en la escuela y me gustan las actividades de los profes que a veces nos hacen jugar, y otras veces nos dicen que pidamos libros", comenta el pequeño bibliotecario, Enrique Uribe, desde el interior de un microbús, que los voluntarios recibieron como donación y utilizaron para instalar estantes con libros de diferentes áreas.

Sin duda, esto ha incidido de manera positiva en Alerce y en la misma Escuela Libre, que ha cambiado el panorama de los sábados en Alerce Sur y que pretende seguir haciéndolo por mucho tiempo más, agregando actividades y sumando días de reunión.

"Esto ha beneficiado mucho, porque en este territorio había una necesidad enorme de hacer estas cosas. Ellos llegaron de la noche a la mañana y yo me aferré a ellos, y con esa ayuda hemos salido adelante", asegura María Angélica Soto, presidenta de la Junta de Vecinos Los Peñihues 1.