Por estos días, los integrantes del Centro para el Progreso de Puerto Montt han celebrado el septuagésimo sexto aniversario de la noble y pujante organización, que durante toda su existencia se ha preocupado de contribuir, desde todos los frentes, -con ideas, campañas, gestiones y un incondicional aliento constructivo-, al desarrollo integral de la hoy capital regional y a la defensa de su identidad, valores patrimoniales y palancas progresistas.
¿Qué motiva a estas nobles personas a dedicar buena parte de su valioso tiempo, voluntariamente y sin retribución monetaria alguna, a cumplir esta misión solidaria con los anhelos de superación de los puertomontinos a través de una urbe más avanzada y respetuosa de sus ancestros y recursos?
El actual presidente del CPP, Orlando Aravena Vega, al comentar sobre el cumpleaños de la entidad, sin quererlo, respondió a esa inquietud, diciendo que la tarea que se han impuesto desde esta institución no tiene otro objetivo que ayudar al progresar de Puerto Montt y servir a su prójimo, que son los habitantes de su querido terruño. Una justificación de vida, que, sin duda, enaltece la condición humana. Y que es un asequible ejemplo de calidad existencial.
El fallecido puertomontino Tótila Lintz Stange -todo un símbolo del Centro para el Progreso- fue quien encarnó -en mayor plenitud y humanitaria vocación- ese ideal de desinteresado servicio y amor al suelo natal. Contagiando con su ejemplo generoso y de acción a todos los centropregresistas y hasta la comunidad misma. Aportes colaborativos que se manifestaron en el renacer de Puerto Montt desde los escombros del terremoto del 60, en la reconstrucción del puerto de Angelmó, en la optimización del Aeropuerto El Tepual y tantos otros proyectos de adelanto urbano y cultural. Sin olvidar su actual campaña tras la reconquista del servicio ferroviario de pasajeros Santiago-Puerto Montt.
En este nuevo aniversario del Centro para el Progreso, no puede haber más que gratitud y reconocimiento para tan abnegada organización y sus baluartes, que tanto sirven y honran a Pto. Montt.