Durante estos 20 años de existencia como organización, hemos sido testigos desde el trabajo territorial en campamentos, de muchas buenas noticias que han afectado la historia de distintas familias. Hemos visto cómo gracias a la organización, lucha y perseverancias de miles de familias de campamentos, hoy en día, gozan de una vivienda definitiva, y un barrio levantado a punta de esfuerzo y anhelos. Nos enorgullece que estas familias que han dejado atrás la dura vida en campamentos, hoy tengan su vivienda definitiva. Pero no nos enorgullece que siendo 2017, y siendo uno de los países de Latinoamérica con mayor ingreso per cápita, aún existan familias viviendo sin acceso a servicios básicos, poniendo en riesgo la integridad de toda la familia ante los riesgos por ejemplo de incendio al tener acceso informal a la electricidad. Nos duele que, por ejemplo, el Campamento Bicentenario de Calbuco, donde hoy hay 46 familias, tengan que esperar que la empresa eléctrica se decida a instalar el cable de baja tensión que permitirá a las familias tener alumbrado público y electricidad en cada hogar, elementos fundamentales para la vida diaria. Nos enorgullece profundamente saber que en los campamentos existen hombres y mujeres emprendedoras, inquietas, inteligentes, empáticas y cariñosas, con ganas de querer aprender más. Pero no nos enorgullece que pese a todo el mérito, sigan teniendo trabajos precarizados, esporádicos y mal pagados, o que, en el peor de los casos, el esfuerzo que hacen simplemente no sea suficiente debido a este sistema que perpetua la pobreza. Como país debemos exigir que se garantice el derecho a la vivienda a todas las personas, asegurando la construcción de barrios bien localizados, donde nos podamos encontrar y subsanar nuestro tejido social que está tan deteriorado. Si no se ejerce el derecho a la vivienda, difícilmente podremos gozar de otros derechos. Hemos cumplido 20 años, pero sentimos que a todos nos falta por cumplir. La tarea de terminar con los campamentos no puede ser sólo de las familias y de TECHO. Necesitamos de todos los actores de la sociedad para seguir con esta lucha, y así vivir en un país justo y sin pobreza.

Giovanna Moreira Almonacid. Directora Regional Techo-Chile. Región de Los Lagos.

Cuando las rigurosidades otoñales hacen ya prever un invierno implacablemente duro, no obstante los pronósticos de normalidad, lo más conveniente es mantenerse siempre alertas y muy bien preparados, tanto en el plano del autocuidado ciudadano como en el organizacional.

Un aporte importante en ese sentido ha sido el reciente encuentro verificado en Puerto Montt, con la participación de las instituciones y entidades de protección civil, así como también técnicas, relacionadas con las emergencias propias de los períodos invernales como el que se avecina. Entre ellas, la Municipalidad, Bomberos, Sernageomín, Meteorología, entre otros. El objetivo fue establecer una eficiente coordinación colaborativa entre los protagonistas del aparataje preventivo y de acciones socorristas, frente a las situaciones de riesgo como lo son los derrumbes en laderas de los cerros peligrosos porteños, las inundaciones, los incendios e incluso los accidentes de tránsito.

Fue interesante, en este sentido, recordar y tener muy en cuenta las peligrosidades de sectores como las laderas de los cerros en las áreas de Mac Iver en el barrio Modelo y de la zona de Angelmó, que son bastante escarpadas y vulnerables a los aguaceros y temporales. Como asimismo se presentan como riesgosas, en el bordemar, las proximidades de Pelluhuín y Anahuac, como la misma cuesta Zúñiga. En estos lugares, en años pasados, ya ha habido deslizamientos y familias afectadas, que ahora no deben exponerse.

El superintendente del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, Rodrigo Barrientos, fue certero al destacar la trascendencia de estas asambleas coordinativas de labor ante las emergencias de invierno. Puntualizó que permiten mejorar el acoplamiento y efectividad de trabajo conjunto en situaciones que demandan una acción interinstitucional; incrementan la cooperación en medios humanos y técnicos; solventan la base para procedimientos conjuntos y muestran capacidades instaladas de cada entidad.

Hay que estar preparados, sin duda; pero la prevención sigue siendo clave. Desde ahora mismo.