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Aguas del estero que cruza Monte Verde están arrasando con el sitio arqueológico

PATRIMONIO. Crecidas del Chinchihuapi por años han erosionado el terreno donde encontraron los vestigios humanos más antiguos de América, afectando incluso áreas de excavación.
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Luis Toledo Mora

Los efectos de las crecidas del estero Chinchihuapi, cauce que cruza por el sitio arqueológico de Monte Verde, son la principal amenaza para el asentamiento humano más antiguo del continente.

Año tras año, el paso del curso de agua ha ido erosionando el terreno distante a 24 kilómetros al suroeste de Puerto Montt, donde se realizaron los hallazgos que de la mano de la investigación del arqueólogo norteamericano Tom Dillehay revolucionaron la teoría del poblamiento americano.

"Parte del sitio se ha perdido producto de la erosión, que es la principal amenaza para este espacio patrimonial. Desde hace mucho tiempo hemos planteado la posibilidad del efectuar un desvío del cauce (del estero Chinchihuapi), para lo cual incluso durante el año 2007 generamos un proyecto con el apoyo del ingeniero hidráulico y académico de la Universidad Austral de Chile, Andrés Iroume", precisó Eduardo Alvar, secretario ejecutivo de la Fundación Monteverde.

Deforestación y lluvias

Alvar, de profesión ingeniero forestal, explicó que este fenómeno se debe a varios factores, y uno de ellos es la deforestación del área.

"Actualmente, hay pocos árboles, por lo que hay menor retención de las aguas lluvia, las que llegan rápidamente a los cauces, generando un rápido incremento de sus niveles, lo que genera la erosión. Siempre esperamos la posibilidad de una intervención para proteger el sitio, pero esto no se ha concretado", dijo.

El geólogo y académico de la Universidad Austral, Mario Pino, quien participó de la investigación de Monte Verde junto a Dillehay, entregó detalles de los graves efectos del problema que ocasiona pérdida de suelo, el que cobra fuerza cada invierno con el incremento de las precipitaciones

"Es un fenómeno, es recurrente desde el inicio de las excavaciones, porque el estero Chichihuapi se alimenta principalmente de las lluvias. A las dos o tres horas de precipitaciones, el caudal aumenta muchísimo llegando a su borde, lo que ha generado erosión de las barrancas del arroyo", indicó.

Pino, quien además es doctor en Recursos Naturales de la Universidad de Münster (Alemania), agregó que por efecto de la erosión fluvial "se han perdido áreas de excavación emblemáticas, que incluso habían sido protegidas por troncos, como parte del sitio Monte Verde II, que era el sector del campamento".

Para el científico, el "problema basal" es que el Consejo de Monumentos Nacionales aún no ha licitado el plan de manejo del sitio arqueológico, lo que resulta clave para poder adoptar medidas de resguardo del cauce que atraviesa el predio que en enero de 2008 fue declarado Monumento Histórico por el organismo.

"Allí no se pude instalar una defensa fluvial de cualquier tipo; por ello, la propuesta es construir aguas arriba del sitio arqueológico un aliviadero, con un canal paralelo al camino, de tal manera que cuando el estero suba, el agua circule por allí, retornando a su cauce natural aguas abajo", sostuvo el geólogo, recordando el diseño del ingeniero Iroumé.

Dillehay y Paredes

En agosto de 2016, en el marco del seminario "Arqueología de la Patagonia Chileno-Argentina", el alcalde de Puerto Montt Gervoy Paredes participó del recorrido por el sitio arqueológico de Monte Verde, el que fue guiado por su descubridor, Tom Dalton Dillehay.

"En la ocasión, dialogamos en extenso mientras visitábamos el lugar, aprendiendo sobre este importante espacio de la prehistoria americana. Allí el investigador me hizo presente su preocupación por el efecto de la erosión en las orillas del estero Chinchihuapi y la necesidad de proteger el espacio", recordó el edil.

El alcalde indicó que el municipio requirió información sobre el tipo de intervención que se debe realizar en el área, por lo que dispuso "se oficie al Consejo de Monumentos Nacionales para su pronunciamiento urgente, para poder realizar obras civiles que resguarden al asentamiento humano más antiguo de América".

El Llanquihue se contactó con el Consejo de Monumentos Nacionales, para conocer su opinión frente a este tema, sin obtener respuesta hasta el cierre de esta edición.