Política puertomontina
La política en Puerto Montt desde siempre se ha comportado como una antena repetidora, dado que alejada del núcleo hegemónico del gran Santiago, los movimientos partidistas locales son mínimos y sin poco o nada de injerencia en lo que respecta a políticas nacionales. Nos comportamos de igual forma que una hoja atrapada en una burbuja, dejándonos llevar por la corriente nacional. ¡Es hora de romperla! Respecto a la política, ésta debe ser voluntaria, libre; un constante intercambio de ideas, opiniones, pensamientos; la confrontación y resolución de tesis contrapuestas, que es lo que nos mueve hacia la consecución de soluciones. En política debemos ser adversarios: rojos, negros, azules, verdes, blancos; no enemigos
A nuestra ciudad le falta movimiento: faltan iniciativas y grupos que den dinamismo a nuestra gran capital regional, que como tal debe favorecer el pluralismo de ideas a base de la tolerancia y el respeto mutuo. Que existan grupos socialdemócratas, que existan grupos liberales, que surjan grupos de ultraizquierda, mientras lo que promuevan sea el sano diálogo y no la búsqueda de dominación por sobre otros, el totalitarismo y la censura. ¡Sólo así Puerto Montt podrá crecer políticamente!
MATÍAS ALEJANDRO GUTIÉRREZ PAREDES. Director Ejecutivo LiberaSur.
Ley sobre licencias médicas
A 5 años de entrada en vigencia la ley 20.585 sobre Otorgamiento y Uso de Licencias Médicas, Chile es el país de la OCDE que más ha aumentado su gasto en salud en la última década. Esto se puede explicar por distintos factores como el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas, el incremento en el salario de los trabajadores y el despilfarro de recursos. Es en este último punto, donde nos gustaría enfatizar que parte de esas ineficiencias, se deben al uso injustificado de licencias médicas.
Como Inmune, empresa que gestiona el impacto de este instrumento dentro de las organizaciones y sus efectos en la productividad, sabemos que el gasto en licencias médicas aumentó en un 13,5% entre los años 2015 y 2016, según cifras de Fonasa. De hecho, en los últimos siete años éstas han aumentado en un 70%, en todo el sistema sin que exista una razón epidemiológica que lo justifique.
No obstante, es importante celebrar los aspectos positivos de la Ley 20.585, ya que ha sido un aporte a la hora de fiscalizar, tanto a prestadores como contralores. Este marco jurídico establece sanciones administrativas, que pueden derivar en penales, para quienes hagan uso injustificado de licencias médicas tanto para médicos como pacientes. Estas pueden ir desde multas de dos millones de pesos, hasta los tres años de cárcel.
De todos modos, creemos que todavía hay espacio para incorporar mejoras que van desde materias educacionales hasta sancionatorias: información a la población sobre la ley, capacitación a médicos sobre uso correcto de licencias, aumento en la fiscalización de parte de organismos públicos y privados, control en el otorgamiento de talonarios de licencias, sanciones efectivas a médicos y pacientes que hagan mal uso de este instrumento, entre otras. Cuando hacemos mal uso de esta herramienta, perjudicamos a las personas que realmente están enfermas y creamos un sentimiento natural de desconfianza frente a este instrumento, el cual es un derecho fundamental que tienen todas la personas para recuperar su salud.
RODRIGO VARELA. Abogado y Gerente Legal de Inmune.
Intolerancia
En nuestro país es bastante común ver desde hace un tiempo manifestaciones a causa de la crisis político-institucional que estamos viviendo, con ciudadanos que expresan su malestar y las necesidades que los aquejan, todo esto amparado bajo el derecho de expresar libremente sus opiniones.
Pero, ¿qué vuelve muchas veces a estas personas intolerantes? Hoy se observa con naturalidad las faltas de respeto a quienes no se adhieran a las causas que los manifestantes defienden, por lo tanto quien no esté comprometido con éstas es condenado a sufrir funas e incluso agresiones. El problema radica en que estas prácticas se han vuelto tolerables. Todo parece ser asumido con normalidad e indiferencia dentro de la sociedad, donde los "intolerantes" disfrutan sabiendo que existe total impunidad de sus actos.
FRANCISCO JAVIER SANTIBÁÑEZ SOTO.