Buscan mejorar la calidad de ovinos en centro genético
REGIÓN. Recinto pretende que al menos 600 ganaderos, de entre La Araucanía y Aysén, logren producir una mejor carne, mediante investigación y capacitaciones.
El primer centro genético ovino y de capacitación para 600 pequeños y medianos productores ganaderos de la zona sur del país, se inauguró en el sector de Pichidamas, en el predio La Cabaña de Tattersall de Osorno, iniciativa que está orientada a beneficiar a productores de La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos y Aysén.
Esta iniciativa fue creada y es desarrollada por ProCarne, Tattersall Ganado y Mafrisur, junto con instituciones de apoyo y financiamiento de Corfo y Codesser.
El objetivo de este centro es promover el sector ovino como una alternativa rentable para los pequeños y medianos productores de la zona sur, desarrollando capacidades productivas, mejorando la especialización y calificación.
Las estadísticas de la producción de ganado ovino en el país son bajas, donde además existe un mercado más bien informal, por lo que para lograr desarrollar un mercado competente es necesario capacitar a los productores ovinos para mejorar la calidad de su ganado a través de un centro de investigación que responda a las demandas del mercado nacional e internacional y que desarrolle capacidades en los agricultores.
Impacto estratégico
El gerente de Desarrollo Competitivo de Corfo, Claudio Maggi, destacó que se trata de un proyecto de impacto estratégico, es decir, cuando la empresa ProCarne presentó su proyecto de capacidad de faenamiento a un estándar de clase mundial de carne de cordero, con una fuerte inversión, el organismo estatal de fomento decidió apoyar esta iniciativa.
Luego de ello, cuando se expuso el plan de despliegue de la planta, era necesario involucrar una cadena masiva de proveedores, que implicaba en un plazo de 10 años pasar de las 35 mil corderos a cerca de 200 mil, involucrando a productores desde La Araucanía hasta Aysén. Fue así que se pudo establecer que no solo se trataba de una iniciativa tecnológica, sino que tenía que ver también con un impacto estratégico.
Esto tiene que ver con la recuperación de dinámicas de crecimiento importantes, con la capacidad de generar la educación productiva, incorporando a distintos productores en cadenas que apunten al mercado y que permitan agregar valor al producto y a las condiciones que lo hacen competir favorablemente.