Junto a la llegada de los rigores climáticos, que tanto hacen padecer a las personas más desamparadas y vulnerables, algunas de las cuales llegan hasta perder la vida cuando los fríos son muy intensos, se ha puesto igualmente en marcha una nueva campaña en busca de más socios y colaboradores para la Filial del Hogar de Cristo en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, partiendo por la capital regional Puerto Montt. Su nueva directora ejecutiva, Oriana Cañas, al pedir la ayuda sureña en esta nueva cruzada, recalca que siendo las etapas del nacer y envejecer las más sensibles a la vulnerabilidad, demandan hoy concentrar allí los mayores esfuerzos y cariño.
El máximo anhelo de quienes impulsan tan abnegada y generosamente esta solidaria obra, -legada por el Padre Hurtado-, es que se puedan incrementar los recursos disponibles para acoger a más protegidos, fortaleciendo los diversos programas que buscan un socorro integral para ellos y dignificar sus vidas con nuevas oportunidades de superación.
De ahí, que es primordial el ingreso de más socios a la benemérita institución, aliada de los más pobres y desvalidos. Como también son muy importantes los colaboradores, que puedan dar una mano en algunas de las tantas actividades. Una de las cuales es el programa domiciliario del adulto mayor, donde se concurre periódicamente al lugar donde hay algún anciano solo y se le ayuda; así como también el servicio que se presta en jardines infantiles, hospederías y residencias de abuelitos.
La capacidad económica del Hogar de Cristo es primordial para mantener viva tan grande obra humanitaria, que históricamente ha sido clave para Chile en el combate de la pobreza. Se hace prioritaria, por tanto, una política pública orientada a restablecer y garantizar una existencia humana digna, así como dar oportunidades de una inclusión social real para todos aquellos hoy en estado de dramática vulnerabilidad. Y que sobreviven y se superan gracias al humanitario corazón de todos aquellos que hacen funcionar -con amor y grandeza humana- el refugio de los más humildes y olvidados del país.