El rasgo simbólico que se procura conferirle a nuestra Plaza de Armas, incluyendo los orígenes del poblamiento americano en Monte Verde de Puerto Montt, junto a otros relevantes emblemas que tienen su sitial en el principal paseo ciudadano local, debemos reconocer que es un tema que se está prestando para confusiones, más allá de la buenas intenciones que estas iniciativas conllevan.
Lo primero que conviene aclarar -por sentido común- es que, en este caso, el tema Monte Verde no significa instalar el museo ni el prehistórico hallazgo en plena Plaza. Se colige -porque no se ha puntualizado ni detallado aún- que lo que se pretende es visibilizar, popularizar, prestigiar y destacar mucho más lo que significa para Puerto Montt ser el asentamiento de la primera civilización continental. Sobre todo, por su trascendencia mundial y postulación del descubrimiento a Patrimonio de la Humanidad.
En ese aspecto, un monolito ingenioso que identifique ese extraordinario atributo puertomontino, sería el aporte esperado para promoverlo e instar a residentes y visitantes a conocer el hallazgo del siglo en Monte Verde mismo, a treinta kilómetros de la ciudad. Donde -como reitera el connotado historiador regional puertomontino, el sacerdote jesuita Eduardo Tampe- deben emplazarse el museo guardador de las reliquias y el complejo que recreará ese primigenio asentamiento humano. Tal cual como ocurre en tantos otros países del globo.
Así también, consideramos que una iniciativa semejante no tiene por qué significar menoscabo para otras enseñas históricas germanas, hispanas y chilotas, especialmente para el Monumento a la Colonización Alemana, que refleja la génesis misma de Puerto Montt y sus habitantes. Debiendo, por tanto, mantener siempre el sitial de honor que les corresponde en el corazón urbano de la capital regional.
Cada cosa en su lugar. El devenir prehistórico en su espacio y el histórico en el suyo. No deben mezclarse. Hay que respetarlos en sus respectivos significados y dimensiones. Lo importante es que Puerto Montt salta al mundo desde su pretérito.