Luis Toledo Mora
Puntualmente, a las 14 horas, se destaparon los dos curantos en hoyo ubicados en el centro del patio de la Escuela Rural de Lenca. La preparación masiva, con la cual más de 200 personas entre alumnos, auxiliares, asistentes de la educación y profesores, compartieron la mesa, buscó celebrar el Día de la Convivencia Escolar.
El vapor con el particular aroma de los mariscos, las papas, la longaniza y la carne de chancho, despertó el apetito de los comensales. Rápidamente, fuentes y bandejas comenzaron a ubicarse a un costado de los hoyos para retirar los productos ya cocidos, ajetreo tras el cual se inició la degustación de uno de los platos que dan vida al patrimonio gastronómico de los canales del Chile Austral.
"Estamos celebrando el Día de la Convivencia Escolar, con este curanto que preparamos en conjunto funcionarios, profesores y estudiantes. Trabajamos en equipo desarrollando las diferentes tareas que hay tras esta preparación; los estudiantes junto a sus profesores jefes armaron las porciones en mallas e hicieron los milcaos. Los funcionarios prepararon los chapaleles y los profesores hicieron el fuego", contó la psicóloga Ana Valenzuela, encargada de convivencia escolar del establecimiento ubicado a 28 kilómetros de Puerto Montt por la Carretera Austral.
Rescate de tradiciones
Para la profesional, la preparación del curanto permitió rescatar las tradiciones culinarias del sector, fortaleciendo la identidad común de los alumnos; materializar una actividad, trabajando en equipo; desarrollar las relaciones interpersonales y el compartir la mesa en una actividad festiva, "elementos que permiten mejorar la convivencia escolar, que es clave para tener buenos resultados académicos".
En cuanto a las cifras del curanto, el director del establecimiento, Jaime Almonacid, precisó que para los 200 platos del almuerzo típico, colocaron seis mallas de mariscos (tres de choros y tres de cholgas), 200 milcaos, 200 chapaleles, tres sacos de papas, más varios kilos de longaniza y carne ahumada de cerdo.
"A eso, agregamos la leña para calentar las piedras y ramas de helecho, con las que tapamos el curanto. Se usa el helecho, porque no se pegan ni quedan manchados los milcaos ni los chapaleles", explicó el director del plantel que alberga a 160 estudiantes de prekinder a octavo básico.
Ante las diferencias de edades, incluso se diferenciaron las porciones del curanto, de acuerdo a las edades de los comensales. "Tenemos platos chicos para prebásica, curantos medianos para primero a cuarto básico, y más grandes de quinto a octavo", detalló.
Pero la ocasión también sirvió para celebrar los buenos resultados del Simce.
En cuarto básico obtuvieron 330 puntos en Comprensión de Lectura (57 puntos más que el año pasado), y 301 puntos en Matemática (39 puntos más que la medición de 2015). En cuanto al indicador de Desarrollo Personal y Social, específicamente de clima de convivencia escolar, el puntaje fue de 82, nueve puntos más que otros establecimientos del mismo grupo socieconómico.
Consultado sobre este tipo de actividades, Víctor Reyes, director regional de la superintendencia de Educación, destacó la iniciativa, indicando que aporta a construir una mejor escuela, ya que la gestión de un proceso educativo de calidad, requiere del compromiso y la participación de todos los integrantes de la comunidad educativa.
"La convivencia escolar es una tarea de todos los miembros de la comunidad educativa. Por eso, felicitamos a la Escuela Rural de Lenca , por esta linda iniciativa que resalta nuestras tradiciones", dijo.