Considerando que nos encontramos celebrando el Mes del Mar, es importante reflexionar que somos una región eminentemente marítima, y donde la industria acuícola con todos sus servicios, la conectividad y el turismo, tienen un componente marítimo importante. Es por esta razón que la educación de jóvenes trabajadores en esta área es muy relevante para la región y el país.

Lo importante es que esta formación debe hacerse con cooperación público privada, donde el sistema educativo, el empresariado y el sistema público puedan trabajar de manera conjunta para lograr los resultados y aprendizajes que los jóvenes necesitan.

Una experiencia concreta de esta cooperación es el trabajo que se inició desde Armasur el año 2007 cuando se comenzó a apoyar a un Liceo de Puerto Montt para la formación de tripulantes. Luego, este apoyo se transformó en el Consejo Asesor Empresarial de la comuna en el ámbito de la educación, que, posteriormente, dio paso a ONG Canales.

Esta misma cooperación se experimentó en el trabajo con la Universidad de Los Lagos, para dar vida a las carreras de Técnico Universitario en Transporte Marítimo Costero y Técnico Universitario en Electromecánica Marítima, para proveer a la industria de oficiales de puente y máquinas.

Y hoy, como proyecto cúlmine de este trabajo conjunto, podemos mencionar el buque escuela "Capitán Williams", que en este momento está en etapa de reacondicionamiento en el Astillero Skorpios, y que será utilizado como aula flotante para entregar una mejor enseñanza a los jóvenes que se preparan para trabajar en el mar.

Son todos claros ejemplos de cómo la cooperación público privada es capaz de aportar, en estos casos a la educación y en uno de los ámbitos más importantes de la economía regional.

Cristóbal García.

Director Ejecutivo ONG Canales.

Como una energizante inyección de agrado dentro del turismo y, en especial, ante la menor dinámica invernal de éste por estos confines, se reconoce a la actividad gastronómica, que está adquiriendo cada vez más fuerza y atracción en la industria sin chimeneas en el plano global.

La profesionalización culinaria es cada vez más sofisticada y las variedades de sus platos cautivan y atrapan hasta a los paladares más refinados.

En el caso de los frutos del mar -que idealmente abundan, en tamaño y sabrosura, en Puerto Montt-, los chefs y expertos forasteros quedan asombrados con tan generosa "despensa" en materia de mariscos, como certeramente lo recalcase el internacionalmente afamado cocinero chileno Coco Pacheco. Para quien, esa extraordinaria reserva de productos marinos es un privilegio que debe ser conscientemente utilizado en favor del desarrollo del turismo gastronómico. Y desde la capital de la Región de Los Lagos hacia toda la Patagonia.

La autoridad municipal, sobre todo, es la más entusiasmada con esta opción económica que emerge desde la gastronomía, donde, incluso, existe la posibilidad de recibir el estratégico apoyo de expertos de la talla del mismo Coco, que ha vibrado con el gran potencial productivo del mar y lo que podría significar el histórico Angelmó en el rubro culinario, estando mejor desarrollado en la cocina basada en las especies del océano circundante. Y, en particular, manteniendo sus tradiciones y regionalidad, pero en un nivel de alto vuelo turístico. Pensando en el huésped internacional e incluso en el de selección.

De ahí, que sea fundamental una remodelación a fondo e integral de Angelmó, como la que se anuncia. Más ahora, en que se maneja esta inquietud de darle a la emblemática caleta un relevante nivel gastronómico desde Puerto Montt. Enlazado ello con el tesoro arqueológico de Monte Verde y otros emblemas patrimoniales importantes, indispensables de mostrar a los visitantes que arriban atraídos por la gastronomía, pero también ansiosos de adentrarse a un pretérito desconocido e imperecedero.