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El recorrido de una familia que viaja por el mundo dejando huella

EL VUELO DE APIS. Los Melero Sanz y sus tres hijas llegaron esta semana a la región, para hablar de educación y su vida.
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María Consuelo Ulloa

Su familia y amigos les dijeron que estaban locos, pero ellos dicen que son "descomplicados" y que buscaron realizar algo que uniera sus tres pasiones: su familia, viajar y la educación. Así surgió "El vuelo de apis", el proyecto educativo del matrimonio español Melero-Sanz, quienes llevan ya ocho meses arriba de su jeep visitando diferentes países de Sudamérica, junto a sus hijas Nora (9), Cloe (7) y Elsa (5).

La hazaña comenzó desde su hogar en Sevilla, en julio pasado, luego de contactar a un gran número de personas en los distintos puntos del recorrido.

La idea era hallar casas dónde pernoctar, e iniciativas en educación que marcaran la diferencia, para intercambiar experiencias y formar una red en el tema. "Ambos somos profesores, nos encanta nuestra profesión y estamos tiempo con nuestras hijas, pero a veces , el ritmo que nos marca la vida o la sociedad, no te permite pararte a ver lo que tienes al lado, ni a disfrutar de los momentos. Entonces, se juntó que tienen una edad muy buena para esto y, por otro lado, queríamos conocer el mundo con nuestros ojos", dice Ingrid, la "abeja reina" de esta particular familia.

Cerca de un año se estuvieron preparando para esta odisea, para la que ahorraron 30 mil euros (20 millones chilenos aprox.) y mucho coraje. Hasta el momento, han pasado por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina y Chile, alojando en más de 70 casas, conociendo a personajes como Carlos Vives y "Pepe" Mujica y recopilando historias que suben a la página web elvuelodeapis.org, creada para plasmar el viaje de sus vidas.

Volar con abejitas

Aseguran no tener características especiales o distintas a las del resto, como para haber tomado esta determinación. "Tenemos claro que sólo hay una oportunidad en la vida para las cosas y, justo, como trabajamos en educación, con los niños desde pequeñitos hasta grandes, sabemos que las oportunidades se aprovechan en el momento, o se pasan. Nosotros escogemos vivir como queremos, no como nos dicen que tenemos que vivir", agrega Andrés, el padre de esta colmena de mujeres.

Pero a diferencia de lo que dicen, al conocer a los cinco integrantes de esta familia, cualquiera nota su pasión, audacia y, por sobre todo, la felicidad que les genera esta aventura.

"Sabemos que hacer esto con niñas es cansador y complejo, pero uno tiene capacidades para hacerlo más simple. Por ejemplo, sabíamos que al viajar, teníamos que ceder a ciertos hábitos, porque no iban a ser posibles. No podemos decir "a las 8 estamos duchados, a las 9 cenados". No estamos diciendo que los niños no necesitan hábitos, pero que en un viaje de estas características hay que estar dispuesto a adaptarse a todo, a cambiar en un segundo", relata Ingrid, quien ha sabido acomodarse en hogares bien equipados y también dormir en su jeep en la frontera de Argentina y Chile. "A diferencia de lo que dice mucha gente, que los niños te cambian para mal, porque dejas de hacer muchas cosas, a nosotros las niñas han sido una motivación especial para que hagamos muchas cosas, con más intensidad de antes de tenerlas, porque ahora vives por ti y por ellas", cuenta Andrés. De hecho, Nora, Cloe y Elsa han sabido seguir, sin problemas, a sus padres; tanto así, que han llegado a bañarse con agua fría a temperaturas bajo cero y a vivir sin malestar a más de 4.500 metros de alturas.

El vuelo continúa

De nuestro país ya han recorrido parte del norte y la Patagonia, hasta que esta semana llegaron a Puerto Varas. Allí no sólo se fascinaron por los proyectos educativos que conocieron, sino también por el paisaje. Es por eso que decidieron darle una modificación a su vuelo inicial, y mientras que hoy están en Isla de Pascua, en unos días regresarán a la zona para tomar su jeep y cruzar a Chiloé, para seguir "polinizando" vidas. "Nosotros, sin grandes recursos ni apoyo, estamos cumpliendo un sueño y todo lo que nos está aportando esto vale la pena", dice Andrés a aquellos que quieren seguir su camino.