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15 mil peregrinos llegaron hasta el renovado Monte Calvario en Vía Crucis

PEREGRINOS. En Puerto Montt y Puerto Varas hubo constantes visitas hacia lugares santos.
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Mirta Vega

Una vez más, el mundo cristiano revivió la fecha más importante del calendario religioso: la muerte de Jesús en la Cruz, saliendo a las calles a peregrinar y mostrar el calvario de Cristo en el Vía Crucis.

El primero fue el tradicional peregrinaje a Puerto Varas, con la participación de alrededor de 15 mil personas, observándose una juventud jugada por Cristo quienes revivieron -a lo largo de los 20 kilómetros que separan Puerto Montt del Monte Calvario de Puerto Varas- la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Con la misma mística de siempre, alegres y motivados, representaron las 14 estaciones que hablan de los momentos sagrados de Jesús.

Este año, la partida fue más tarde que en otras oportunidades y en las estaciones se tomaron más tiempo, por lo que el programa finalizó pasada las 14 horas.

Impresionó la profunda devoción de la gente, como el caso de Lina Aguilar, una joven de La Vara que concurre con sus hijos desde hace 10 años, para agradecer a Dios y para que "el Señor cuide siempre a mi familia"; o Evelyn Peña, que también hace 10 años espera con ansias esta caminata.

José Francisco Godoy, de la población Antuhue, repartió 700 cruces pequeñas de madera, que confecciona para regalar entre los asistentes.

En la XII estación, esperaron los jóvenes de la Pastoral del Colegio Inmaculada Concepción de Puerto Varas, con agua para los cansados caminantes.

Uno de ellos, que participa más de 30 años en el Vía Crucis, aseguró que "para Dios no hay cansancio", contando que más tarde participaría en el Vía Crucis poblacional de San Alberto Hurtado.

Muchas demostraciones y expresiones de amor a Cristo, se vieron en toda la Ruta Alerce, y como todos los años la emotividad y la reflexión fue parte del día.

En dicha estación, al ingresar a Puerto Varas, los jóvenes además entregaron mensajes escritos y todos los que quisieron dejaron su huella digital multicolor en un corazón gigante.

En la XIII estación, los jóvenes de la Parroquia de Fátima de Puerto Chico captaron gran concurrencia, por su representación de la muerte de Jesús, personificando además a los dos ladrones, a Juan, María y María Magdalena. La emoción de la joven que imitó a María fue evidente. No pudo contener sus lágrimas.

Finalmente, la última estación Jesús se efectuó en las afueras del Colegio Germania, hasta donde concurrió el Arzobispo Cristián Caro y desde donde se dirigió caminando hasta los pies del Monte Calvario.

Fue ahí que se les ofreció una calurosa recepción a los jóvenes, que caminaron en dos grupos con cruces de 5 metros de alto y otra de 4 metros.

Monseñor Caro, junto con recordar los momentos que vive el pueblo cristiano, se refirió al significado que tiene el caminar con la cruz en la vida diaria y llamó a los jóvenes a no arruinar sus vidas. "Salvemos nuestra vidas cargando nuestra, ayudando a los demás", dijo.

También, pidió orar por los conflictos bélicos del oriente y por la paz en el mundo.

Muchos sacerdotes acompañaron a sus comunidades, entre ellos Daniel Acuña, de Llanquihue. También, integró esta columna de unas 700 personas caminando los 10 kilómetros, el alcalde de esa comuna Víctor Angulo.

Isla tenglo

Luego, monseñor Caro regresó a celebrar la Liturgia de la Pasión, a las 15 horas en la Catedral, para continuar a las 17 horas con el Vía Crucis de Isla Tenglo, hasta donde -después de un receso de dos años por el mal estado del camino- llegaron unas 200 personas, para recorrer las 14 estaciones que hizo Jesús llevando la cruz.

En el lugar también dirigió una prédica basada en el sentido profundo de la crucifixión de Cristo.

En pasada de las lanchas colaboró la Armada que tuvo este año destacada intervención con equipos de seguridad.