Erwin Schnaidt Ávila
Prácticamente sin variaciones se mantienen los precios de pescado y mariscos en el Mercado Angelmó, el más importante centro de recepción, venta y distribución al comercio local de esos productos marinos.
Comerciantes del lugar aseguraron que sostendrán esos valores, incluso durante este fin de Semana Santa, cuando se espera que aumentará la demanda.
Ayer fue el día del desembarco del marisco, que llega desde las islas cercanas, así como del sector de la Carretera Austral y hasta el Estuario del Reloncaví, como lo reconoció el desconchador y fileteador de pescado, José Mansilla, quien especificó que el saco de almejas de hasta 45 kilos se vendía en $ 22 mil, mientras que el de cholgas estaba a $ 15 mil.
Llamó a la comunidad a acercarse a Angelmó, para comprar "con seguridad, ya que todo viene certificado", por la Autoridad Sanitaria.
La misma opinión tuvo Doralisa Soto, del local 47, quien remarcó que todo lo que compró viene con el certificado de análisis de laboratorio de Salud, que determina que esos recursos marinos están libres del Veneno Paralizante de los Moluscos (VPM).
Mantienen precios
Doralisa Soto ofrece pescado y mariscos, y resalta que no ha modificado sus pizarras. "Uno no se arriesga, porque puede quedar acachado", expuso.
Aseguró que se abasteció con cerca de una tonelada de pescado. De esa forma, el kilo de merluza está en $2.000, el de reineta en $3.000; congrio en $3.500 y salmón en $ 5.000.
Mientras que las almejas y choros maltones aparecen a mil pesos el kilo; y las cholgas, en $ 800, con oferta de tres kilos por dos mil pesos.
Los mismos valores se repiten en los conocidos "puestos de atrás", donde tienen la recepción directa de las lanchas.
En tanto, Irene Zúñiga, del local 43, vende sólo pescado, con iguales valores.
La vendedora espera que en la víspera de Semana Santa aumente el movimiento de público, ya que "no es como otros años. La gente ya no come pescado. Antes se llenaba esto".
No obstante, espera vender los 600 kilos de pescado que compró en 12 cajas que mantiene en su establecimiento. Para eso, anunció que, al igual que sus colegas, "trabajaremos todos los días, hasta el domingo".
Efecto marea roja
Para Semana Santa del año pasado (fines de marzo), los efectos de la Marea Roja ya se hacían sentir en Angelmó, donde sus comerciantes se quejaban de una especie de "sicosis" entre los compradores, atribuida a la falta de precisión en la información que entregaban las autoridades, en cuanto a evitar el consumo de mariscos, tras detectar la toxina paralizante en las costas de Chiloé.
A más de un año de ese fenómeno oceanográfico, la realidad es distinta en Angelmó.
Según Fernando Mancilla, secretario del Sindicato de Locatarios de ese Mercado, "hoy está mucho mejor el movimiento. La gente ha retomado la confianza y está comprando más mariscos".
Manifestó que aunque todavía no llegan al peak de ventas, jueves en la tarde y viernes santo, observa que "esta semana se ha visto gente comprando".
El dirigente se mostró aliviado tras superar la crisis derivada de la Marea Roja: "Yo pensaba que no iba a poder vender más algún producto del mar. Nos afectó económicamente, pero también psicológicamente, porque uno empezaba a pensar que íbamos a perder nuestra fuente de trabajo".
Hizo notar que hubo momentos en que el Mercado "parecía un pueblo fantasma. Era súper complicado".
La Seremi de Salud ha validado que no existe presencia de Marea Roja en la región. Aún así, llamó a comprar sólo en locales establecidos.
Para Fernando Mancilla, "la gente está más tranquila y estamos trabajando mejor. Angelmó es un mercado que tiene su nombre y prestigio y la gente va a venir a comprar, porque es conocido por todos".