La decisión de Ricardo Lagos de bajarse de la candidatura presidencial, no sólo ha tenido repercusiones a nivel de la política nacional, sino también internacional. Pese a los ninguneos de muchos que en nuestro país destrozaron su imagen en los meses previos, la figura de Lagos tiene una estampa y una impronta a nivel internacional y su nombre es reconocido fuera de nuestras fronteras como un político de profundas convicciones democráticas. Aunque en lo personal, respeto la democracia interna de mi partido que eligió el nombre de Guillier para las Presidenciales del 2017, no puedo dejar de explicitar que esa decisión es desde todo punto de vista un error táctico del socialismo chileno. Y es un error, porque efectivamente Lagos era quien garantizaba unas primarias multitudinarias el 2 de julio -las que hoy están en entredicho- y si bien estoy convencido que en ellas, probablemente igual hubiese triunfado Guillier, ese triunfo hubiese sido el resultado de una validación ciudadana sin precedentes, pese a los difíciles momentos que vive la política chilena. Quienes atacaron a Lagos sacaron a relucir que su Gobierno gobernó para los empresarios, olvidándose por cierto, que en el mismo se efectuaron transformaciones sociales que hoy están más vigentes que nunca: la creación del Plan de Viviendas sin deuda, que le han permitido a más de un millón de chilenos ser beneficiarios de subsidios habitacionales; y el plan Auge que ha permitido que miles de compatriotas puedan seguir viviendo, gracias a que más de 80 patologías han sido incorporadas al mismo. Muchos se olvidaron que Lagos enfrentó a Pinochet por TV en los momentos más duros y lo hizo para que Chile perdiera el miedo y recuperara su democracia. Pero lo que es peor, muchos obviaron que fue el único que fue capaz de en estos tiempos complejos de la contingencia, de presentar al país un plan de futuro pensando en el Chile de aquí al 2040. Lagos es un político íntegro, honesto y transparente. Brillante en sus convicciones, pero fiel y respetuoso de las decisiones de la mayoría. Estoy seguro que siempre seguirá contribuyendo. Pese al dolor, por el portazo que le ha propinado el PS, más grande es el amor por su patria.

Fidel Espinoza Sandoval.

Diputado de la República. Región de Los Lagos.

Un avance clave y fecundo en la forja de una mentalidad de cuidado y de una actitud preservadora de los recursos naturales sur-patagónicos, que descontaminan, adornan y dan relieve turístico a nuestras regiones, ha significado la reciente aprobación de la Red de Parques de la Patagonia por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad. Logro medioambiental que reafirma y consolida el acuerdo de traspaso de los terrenos de Pumalín al Estado, hace poco firmado por la Presidenta, Michelle Bachelet, y Kristine Tompkins, viuda de Douglas Tompkins.

De esta manera, son 4,5 millones de hectáreas más de parques nacionales, correspondientes a las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes: Pumalín, Melimoyu y Patagonia. Destinados a desarrollarse como verdadera reservas ecológicas, especialmente en cuanto a agua, cumbres y glaciares, caudalosos ríos y una extraordinaria biodiversidad de relieve global, con variedad de especies emblemáticas y endémicas.

Como bien lo ha enfatizado el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, "hoy más que nunca hay que asegurar este legado de parques patagónicos para el país, como también la gestión moderna en nuestras áreas protegidas en todo el territorio, mediante la materialización del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas".

Con el resguardo de estos nuevos parques naturales, se prolonga también la admirable obra ecológica, impulsada en nuestra zona por el fallecido empresario ambientalista estadounidense Douglas Tompkins. El gran artífice que -deslumbrado por la prístina e impresionante belleza natural por estos confines del austro- no dudó en invertir importantes recursos, esfuerzos e ingenio, con tal de conservar para las nuevas generaciones esos edénicos parajes en su flora y fauna. Y así contribuir también con vastos pulmones verdes a la descontaminación planetaria, latente preocupación internacional en nuestros días. Ese aporte, -por una vida más sana y feliz-, no se olvida. Se agradece y se asume como un importante ejemplo que imitar y multiplicar.