Entre los sitios eriazos y edificaciones ruinosas,- no solamente causantes de aspecto de desidia y descuido para la capital regional, sino que también motivo de su transformación en amenazantes guaridas de antisociales y gente de mal vivir-, ha estado por muchos años la abandonada construcción del que fuera importante centro de salud local y que, por fin, será demolido, según la determinación en ese sentido de la autoridad regional. La decisión incluye el hermoseamiento del edificio de la Intendencia Regional, al que urge una adecuada restauración y ornato.
Desde hace bastante tiempo, que la comunidad puertomontina venía clamando esta necesaria obra de adelanto. Sobre todo, porque se trata de un lugar muy concurrido por la comunidad local y regional, debido a los servicios ministeriales allí emplazados y por la existencia aledaña de planteles educacionales.
Ese destartalado y sucio recinto figura entre los varios feos "lunares" que perjudican la imagen turística que merece Puerto Montt -y que en algunas oportunidades ha presentado en sus ediciones El Llanquihue- . Y con el único objetivo de recalcar lo imperioso que es acabar con esos focos de insalubridad , alcoholismo y delincuencia. Origen de muchos males sociales, que es urgente erradicar, si se quiere un ambiente de vida más digno y seguro.
Cansados de cemento y más cemento, otra importante aspiración de los porteños, desde siempre, es tener una ciudad con más áreas verdes, de encuentro y esparcimiento. Y es en el marco de ese anhelo, que calza de maravillas el plan de eliminación de esas chocantes ruinas. En cuyo espacio lo ideal es habilitar allí un atractivo y cálido lugar de solaz y encuentro fraterno, con árboles autóctonos, jardines, algún monolito patrimonial. Y, especialmente, libre de todo aquello que pueda entorpecer la tranquilidad y agrado que buscarán los visitantes en aquello que podría ser una amigable plazoleta. O sea, nada de estacionamientos ni construcciones.
Áreas de paz y armonía, que alivien el espíritu y alienten la convivencia, es lo que la gente quiere.