Marcelo Galindo Gallardo
Con alarma de incendio incluida, lo que obligó a evacuar al público de la sala dos del Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Puerto Montt, se inició el juicio por el homicidio ocurrido tras la llamada "Guerra del loco" en el sector de Estaquilla en Los Muermos en la madrugada del 24 de noviembre de 2015.
Iban casi dos horas de audiencia y cuando declaraba el acusado del crimen, Eduardo Alberto González González, comenzó a sonar la alarma de incendio en todo el edificio del tribunal donde también funciona el Juzgado de Garantía.
El público, imputados, acusados, abogados, jueces y gendarmes, debieron hacer abandono del recinto. Incluso, los imputados debieron esperar en los carros de Gendarmería. Tras una revisión de todo el lugar, se estableció que la alarma era falsa.
Alegatos
Al comenzar los alegatos de apertura de los intervinientes, la fiscal Ana María Agüero, quien lleva el caso, dijo que no se puede perder el norte de la discusión, porque se trata de un homicidio simple.
"La víctima (Osvaldo Tiznado Barría, oriundo de Ancud) era un pescador", aseveró la persecutora, quien también se refirió a las áreas de manejo donde se mantienen apozados los locos. "Estas han sido divididas por la autoridad, pero con líneas imaginarias", recalcó.
Insistió que lo utilizado para dar muerte al pescador fue un arma de alto poder, la que además fue exhibida en la sala de audiencia.
"No disparó con cualquier proyectil, lo hizo con munición de guerra, con un fusil de guerra, y el imputado no tenía autorización para usarlo", anotó.
El querellante, Sergio Coronado, abogado de la hija de la víctima, dijo que el único objetivo es que se condene "al acusado de la muerte de su padre y al encubridor".
El abogado Rafael Gallardo, quien defiende a Eduardo González, junto al abogado Pedro Vega, señaló que la "Guerra del loco" se da porque lo que hacen los pescadores es proteger sus áreas de manejo, para cuidar el producto en veda.
"El Ministerio Público tiene cuatro o cinco causas vigentes con incautación de lanchas por delitos de hurto y otros (de locos en las áreas de manejo). "Son motores que valen entre 25 y 30 millones de pesos", añadió Gallardo.
El abogado Tulio Arismendi, defensor de Octavio Arturo Gómez Oyarzo, quien esta acusado de encubridor (ocultó el arma utilizada en el homicidio) dijo que el joven es un permanente colaborador e incluso participa de grupos de rescate de personas.