Angelmó requiere soluciones definitivas
El tradicional mercado no sólo necesita de la reparación de los pilotes dañados en los palafitos, sino que de una inversión mayor.
No son pocas las Editoriales que durante estos últimos años este Diario ha destinado a nuestro principal ícono turístico, como es Angelmó. Y nunca parece ser suficiente para remover conciencias, movilizar a las autoridades y provocar el cambio radical que se necesita.
La reciente fractura de uno de los pilotes de los palafitos del tradicional mercado, nuevamente ha puesto a Angelmó en primera línea; situación de emergencia que por cierto es desgraciada, pero que esperamos sirva de motivación para transformar aquel rincón de la ciudad, que nos ha dado fama internacional.
Porque lo que Angelmó requiere no sólo es reparar los pilotes dañados, sino que efectivamente demanda una inversión mayor, que cambie la fisonomía e infraestructura completa de la caleta. Angelmó necesita de un plan maestro que transforme todo el barrio, que mejore sus vías de acceso, que cuente con los estacionamientos necesarios, que conviva de mejor manera con la bahía y el Canal de Tenglo, que desde luego mejore la higiene, los espacios, y las cocinerías y locales tanto de venta de pescados y mariscos, como de artesanía. Angelmó no resiste más cómo está.
Es probable que más de alguien piense que las precariedades actuales hasta sean parte de la magia, y de hecho, más de algún turista así lo reconoce; pero si como sociedad queremos proyectar la ciudad en cuanto a infraestructura hacia los próximos 50 años al menos, y esta zona como destino turístico y puerta de entrada a la Patagonia, no podemos seguir ofreciendo lo mismo que hemos ofrecido durante el último medio siglo; sino que necesitamos de una inversión mayor, de largo plazo, y en la que nadie se reste, en el sentido de comprender que esto es lo que nuestro símbolo patrimonial y turístico necesita; porque simplemente no podemos proyectarnos en las actuales condiciones.
Angelmó es nuestro orgullo, es nuestro sello distintivo; por ende, no podemos seguir ofreciéndole soluciones "parche"; es tiempo de soluciones definitivas.