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Varias actividades y marchas para conmemoración

ESTA JORNADA. Desde el Gobierno y movimientos sociales hay proyectadas pautas.
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Con una ceremonia en el Teatro Diego Rivera la Intendencia Regional, el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (Sernameg) junto a la municipalidad de Puerto Montt, conmemoran el Día Internacional de la Mujer a las 16.30 horas. Tras la realización del acto central se han organizado una serie de actividades durante el mes de marzo que invitan a las mujeres a ser ciudadanas activas, conocedoras de sus derechos.

En esta oportunidad, cada repartición pública ha programado encuentros, diálogos y reuniones con sus participantes con especial énfasis en los avances de la Agenda de Género que se han concretado para fortalecer el emprendimiento, la educación, la salud, entre otros.

Durante marzo el Sernameg, con su Campaña Más derechos para las Mujeres Mejor Chile + Feliz y Digno, ha programado actividades que realzan la participación de las mujeres en el ámbito público. Ejemplo de ellas son la conformación de la Primera Mesa de Mujeres Políticas, en conjunto con la Intendencia Regional y un Diálogo Ciudadano en el marco del lanzamiento del programa Mujer Ciudadanía y Participación.

Con el fin de transversalizar el enfoque de género se han realizado alianzas con servicios públicos como las Gobernaciones Provinciales, Injuv, Corfo, Indap, Gendarmería, Instituto de Previsión Social, Consejo de la Cultura y las Artes y Senama, entre otros, para dar a conocer el trabajo que realiza cada institución por disminuir las distintas brechas.

En el acto artístico cultural se reconocerá a 25 mujeres emprendedoras de la región. Además, un especial homenaje póstumo tendrá la dirigenta social Margarita Toledo Klenner.

Encuentros y marchas

Pero no todo es pauta oficial. Ayer, la "Coordinadora no más violencia de género Puerto Montt" realizó una exposición fotográfica y un conversatorio centrado en el rol político de las mujeres. Además, para esta jornada está planificada una marcha desde el Terminal de Buses de Puerto Montt con el slogan "Todxs contra todas las violencias", evento que inicia a las 18.30 horas.

Media hora antes, en Puerto Varas, específicamente en la plaza, también se reunirán las mujeres a conversar y plantear la igualdad que buscan en sus derechos. Organiza "Tribu y Sororidad", que pide llevar velas y carteles.

Cela Tejeda Orrego, emprendedora

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C ela Tejeda, de 43 años, nació en Temuco y es la mayor de tres hermanas. Vino a vivir a Puerto Montt en su etapa universitaria y se enamoró de la ciudad. Durante años, se dedicó a trabajar en corredoras de seguros y -según explicó- "me encantó ese mundo, ayudaba mucho a las personas a poder cobrar los seguros que mal se venden. Además, durante ese periodo conocí a mi esposo; nosotros tenemos dos hijos y de a poco fuimos armando nuestra vida". Fue gracias al hábito de la lectura, el que adquirió a los 12 años, que aprendió acerca de los beneficios de la comida saludable. Lo que le sirvió para su emprendimiento de muffins y queques naturales, los que hace utilizando ingredientes como brócoli, porotos, betarragas, coliflor, etc. "Cuando llegaron mis hijos, yo estaba metida en el mundo privado, trabajaba muchas horas y me arrepiento de ese período, sólo porque le dedique mucho tiempo al trabajo. Descuidé, primero a mí y a mis hijos, porque no me di cuenta que ellos eran diferentes", explicó Cela. Agregó que "yo salía de mi casa y ellos estaban durmiendo, volvía de mi casa y estaban durmiendo, no me di cuenta que ellos no hablaban, ellos hablaban en jerigonza y como yo era la mamá, se supone que las mamás entendemos todo lo que dicen, entonces yo siempre les entendí, por lo que nunca me di cuenta que eran distintos, hasta que entramos al tema de los kinder y ninguno de mis hijos hablaba, ambos tienen Asperger, Diego, de 12, que es limítrofe, y Vicente, de 10, que es Asperger". Según contó, "tomé la decisión de retirarme del mundo corporativo, que no fue fácil, porque es difícil aprender a vivir con lo que ganaba sólo mi esposo; pero empecé a leer todas las cosas de médicos, los que me daban diagnósticos distintos para mis hijos y cada uno peor que otro". Fue buscando maneras de ayudarlos, buscando una forma de no tener que darles medicamentos, que llegó a las comidas naturales. "Busqué una forma saludable, natural, de poder reemplazar los medicamentos, que lo que hacen es concentrar a los niños, que sobretodo se necesita vitamina B, todas las B, porque esas nutren el cerebro de los niños cuando están en crecimiento", indicó. Añadió que "así descubrí que estaban las legumbres, las verduras, los pescados y los mariscos; y de a poco fui incluyendo esas vitaminas, las que fueron ayudándolos y ellos han tenido grandes logros y eso ha sido gracias a lo que les doy". Sin embargo, destaca que lo natural es a largo plazo, que se necesita ser perseverante. En el marco de ese descubrimiento, decidió buscar una forma de generar ingresos extra para su hogar. y después de probar con algunas cosas, comenzó a hacer mermeladas, conservas. "El año pasado, en junio, me decidí a hacer algo, pero saludable, como yo lo comería, haciendo siempre lo mejor. Durante dos semanas hice muestras chicas y se las regalé a cuanta persona se me cruzó en la calle, quequitos, muffins, galletitas, todo", comentó. Añadió que "yo empecé esto, me atreví a salir y a medida que pasaba el tiempo me fui dando cuenta que hay diabéticos, hay alérgicos a esto y lo otro y yo hacía cosas para ellos y hoy hasta las personas con cáncer me compran, porque son productos especiales para ellos". Para ella, la felicidad más grande "es que las personas me digan: benditas tus manos, bendita tu comida. Porque yo hago esto no por la plata, sino que por la satisfacción de que la gente me diga exquisito, me sorprendiste". Agregó que "yo he puesto harto de mí en este trabajo, me levanto a las 2 AM a cocinar, para que esté todo fresco, camino kilómetros, porque me encanta lo que hago, soy fanática de esto. Mis días son cortos y mis noches aún más. Pero me hace feliz". Pero su moticación es única, todo lo hace por sus hijos. "Es todo por ellos y para ellos, ellos han sido mi motivo. Pensar cuando estoy cansada, cuando estoy agotada, cuando no me quiero levantar, que esto es para ellos (es mi motivación)".

C arola tiene 33 años y actualmente se desempeña como paramédico de la Fuerza Aérea. Oriunda de Osorno, tiene un hijo de 10 años, llamado Ian Manuel y de acuerdo a ella, es la razón de todo. "Soy de Osorno, mis papás viven acá en Puerto Montt y ellos siempre me apoyaron en todo y estaban contentos por lo que yo estaba realizando. Yo comencé esto hace tres años, decidí postular a la FF.AA, porque soy mamá soltera y como estaba sola con mi hijo, quería darle un mejor futuro, por lo que postulé a esto". Agregó que si bien sufrió un poco al inicio, entrar a la institución valió la pena, especialmente porque le dio la oportunidad de desempeñarse en dos áreas que le gustan mucho, ser paramédico y bombero. "Antes de estudiar esto, yo era paramédico y quería entrar a la institución, porque me gusta, me gusta harto y la única opción que tenía más relacionada a mi área era el SEIR, que es el Servicio de Extinción de Incendios y Rescate de Aeronaves", comentó. Reflexiona que "como tiene la parte de rescate de pasajeros, yo como antes trabaja en urgencias, tenía conocimientos de lo que es rescate vehicular, entonces esto igual era algo similar, me gustaba la parte bomberil, tenía hartas cosas que me llamaban la atención". Explicó que, lo más llamativo, fue que era la primera vez que recibían mujeres en esta área, "fuimos tres mujeres las que ingresamos e hicimos historia en la FF.AA, porque fuimos las primeras mujeres SEIR y las únicas que hay hasta el momento", destacó. Si bien reconoció que el cambio del área civil a la militar es fuerte, "igual es entretenido, pese al sacrificio que implica dejar al hijo por primera vez, pero eso hay que hacerlo por los hijos, porque después vienen las recompensas, de a poco", comentó. Uno de los mayores desafíos que vivió al ingresar a la FF.AA "estaba relacionado con que allá eran puros hombres, entonces a las mujeres nos decían que no podíamos, pero nosotras siempre sacamos la garra y le demostramos que siempre éramos mejor que ellos. Las mujeres nos apoyamos siempre, nada que decir respecto a eso". "Nunca fuimos menos, nos sentíamos todas orgullosas, porque le demostramos a todo que podíamos hacer lo mismo y ya al final todos nos apoyamos, éramos todos compañeros. Por ser mujer, de repente nos veían más débiles, pero nosotras nunca dejamos que eso se demostrara, porque podemos hacer la misma pega que los hombres, de lo más bien", agregó la joven. Añadió que "realizando este trabajo, yo aprendí que hay que tener confianza, hay que tener confianza en uno mismo. Que igual es algo que gané como mamá, por mi hijo, él me dio la fuerza necesaria, de que podía lograr hartas cosas, hacer hartas cosas". Instó a todas aquellas que quieran ingresar a un rubro similar a ser valientes, "tengan el coraje, la fuerza de hacerlo, no se van a arrepentir, atrévanse a hacer las cosas, a hacer algo distinto". "Esto es algo distinto, pero a mi me gusta mucho la opción que escogí, al inicio pensaba que no lo iba a lograr, pero lo hice y me veo haciendo esto toda de mi vida, porque esto es lo que yo quería", finalizó.

Carola Vidal Paredes, paramédico Carmen Barría, empresaria del transporte

C armen Barría, trabaja desde hace 15 años en el rubro del transporte. El negocio, que es un emprendimiento familiar, en el que participan su papá y su hermano, es una línea de trabajo no convencional, pero que cada día suma más adeptas. Según indicó, se unió, como administradora, a la empresa de su padre, tras terminar de estudiar relaciones públicas. "Mi papá era agricultor y él sembraba papas, entonces, él decidió comprarse un camión para transportar sus papas desde Puerto Montt a Santiago. Ese camión lo conducía él mismo y de ahí con el tiempo, se fue ampliando un poco más", explicó. Nada fue fácil. "Una vez que terminamos de estudiar, nos fuimos uniendo a él y ampliando el rubro. Ya no era solo el transporte de papas, sino que ahora era el transporte forestal, de peces vivos y así hemos ido tratando de sacar adelante la empresa, que es un emprendimiento familiar". Comentó que lo más difícil, es que al ser algo de familia, "tú obviamente quieres que salga adelante y no le dedicas ocho horas diarias, tú duermes, pero con tu teléfono al lado, por si anda un camión en la ruta, tienes que estar preparado para enfrentar cualquier situación inesperada". Pero hay que aprender a "complementarlo con tu vida familiar, con tus hijos, con tu esposo. Por ejemplo mis hijas durante la semana van al colegio, en la tarde, llegamos, estudiamos y en el fin de semana, a veces yo les digo, la mamá tiene que ir a trabajar y me dicen: 'no! nosotras vamos contigo mamá', y se van conmigo a la oficina y todo". En cuanto a los desafíos a los que se ha enfrentado, señaló que "en el tema del trato, del día a día, es cuando se nota un poco más que es un mundo de hombres. Al principio, tú decías: vamos a hacer tal cosa y ellos decían: no, pero cómo. ¿cómo si usted no sabe más que yo?". Agregó que "cuestionaban harto, pero eso es al principio, después ya te vas ganando el espacio y la confianza de ellos". Y es que manifestó que trabajar con hombres -coordina a 38 personas- implica un grado de esfuerzo mayor, ya que "para ellos es: 'no, ella es mujer, no es capaz' ", por lo que "para cambiar eso, hay que demostrarles que sí somos tan capaces como ellos, que sí sabemos, cosas que ellos saben habitualmente, que sí podemos coordinar o administrar".

Sobre otras mujeres relacionadas al mismo trabajo, indicó, que su trabajo es algo que no se ve con sorpresa, ya que cada vez hay más integrándose al rubro.

"Yo creo que de aquí a cinco años más esto va a seguir siendo más dominado por los hombres, pero siempre un poquito más de intervención de la mujer. Si hoy hay un 15% o un 20% de mujeres en el rubro, yo creo que en 5 años más, podemos llegar a un 30% o 35%", comentó.

Añadió que, en cuanto al sello que integra una mirada femenina, en este tipo de líneas laborales, "yo creo, en mi caso, que las mujeres le damos un poco más de enfoque a la parte de imagen, a la parte del trato con el trabajador. Esa parte femenina que quizá encanta un poquitito más".

Carmen destaca que, "para aquellas que se están sumando a este rubro, que lo hagan con todas las ganas, con todo el entusiasmo y que sepan que no es difícil. Las mujeres podemos y tenemos las mismas capacidades que los hombres. Es cierto que una tiene que poner un poco más de ganas y hay un poco más en juego, muchas más responsabilidades, pero al final, es tu propio desafío de sacar algo adelante que te pertenece".