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Permisos provisorios causan molestias a los agentes de turismo establecidos en Pto. Montt

AMBULANTES. Son muchos los que se instalan en la costanera sin autorización municipal, ofreciendo servicios a los turistas . Acusan que se trata de una práctica desleal, e incluso insegura para quienes los utilizan.
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Priscilla de Assis

La lluvia de ayer opacó la temporada de turismo en Puerto Montt. Prueba de eso, fue la fuerte tensión causada entre los proveedores de turismo estables de la ciudad y los que poseen permisos provisorios otorgados por la Municipalidad.

Las empresas permanentes demostraron su gran molestia frente a esa situación, la cual enfrentan todos los años durante la temporada de verano, principalmente respecto a los trabajadores irregulares instalados en el sector costanera y Angelmó de la comuna.

Verónica Hernández, propietaria de "Turismo San Sebastián", ubicada en el terminal de buses, afirma que estos trabajadores no poseen grandes gastos con arriendos, manutención de máquinas y personal, lo que les posibilita mantener un "precio desleal" para con ellos. "Tenemos que bajar mucho los precios en el verano y no alcanzamos a cubrir nuestros gastos fijos. Justo en los meses que supuestamente tendríamos mayor movimiento, terminan siendo los peores del año", reclamó Hernández.

Por su parte, la Municipalidad contestó que los permisos temporales otorgados por el municipio, que terminan el 15 de marzo, son solamente dos en este momento. Uno está ubicado en el Muelle de las Papas y el otro en la altura de la Marina, los cuales tienen convenios con hoteles y ofrecen hospedajes y transportes.

Asimismo, el municipio reconoció que existen muchos trabajadores en condiciones irregulares en el local, los cuales ofrecen servicios turísticos de manera irresponsable a los visitantes. "Estamos conscientes de esta situación, por lo que hacemos permanentes fiscalizaciones durante el verano", aseguró Haydée Carrasco, jefa de Gabinete de Alcaldía.

Según informó Carrasco, el procedimiento realizado por la Municipalidad en estos casos es hacer una visita al sector identificando estas situaciones irregulares. Durante la primera visita, los inspectores hacen una notificación a estos trabajadores y en una segunda instancia, si hay incidentes realizando estas actividades sin permiso, se les aplica una multa.

Sin embargo, explicó que existen dos problemas respecto a eso. "Tenemos un número muy bajo de inspectores contratados por el municipio, lo que no hace efectiva la fiscalización que podemos entregar. Además, estos trabajadores ambulantes poseen informantes que les avisan cuando ocurrirá una fiscalización, así cuando llegan los fiscales ya no hay nadie en el local", justificó la jefa de gabinete.

Frente a eso, reconoció la falta un plan de contingencia en conjunto con las empresas de turismo estables, donde puedan realizar campañas informativas orientando y previniendo a los turistas sobre los riesgos de acceder a este servicio ofrecido en las calles. "Queremos generar instancias con esas agencias autorizadas, para evaluar las falencias ocurridas durante este verano y así mejorarlas para el próximo año", reiteró.

Viajeros renuncian a la vida cotidiana para conocer el mundo a un bajo costo

FINANCIERO. Los aventureros se mantienen con trabajos realizados durante la travesía, en algunos casos tocando la guitarra, en otros escribiendo libros.
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La temporada de turismo nunca termina para los viajeros, un antiguo estilo de vida para quien decide renunciar a todo lo que es considerado normal por la sociedad y emprender en un viaje por el mundo, sin fecha para volver y sin un destino asegurado, llevando en sus espaldas todo lo que necesita para sobrevivir.

Es así como dos amigos de la Quinta Región del país, David Arancibia, de 24 años, y Matías Rojas, de 21, renunciaron a sus vidas cotidianas para viajar continuamente por el mundo, sin tener un hogar fijo.

"Hace tres años me cansé de la plata y de la responsabilidad de pagar las cuentas de arriendo, agua, luz, entre otras y decidí abandonar todo, siguiendo un viaje por el mundo", comentó Arancibia, quien estudió diseño gráfico durante dos años y llegó a tener una empresa con algunos funcionarios.

Para él, deambular por las calles del mundo tocando su guitarra y pidiendo una pequeña colaboración, es una manera de buscar liberación, sin jefes o personas que le digan lo que debe o no hacer.

"Solo yo puedo poner precio a mi tiempo y no hay nada mejor que trabajar viajando por el mundo", aseguró el viajero, destacando que de esta forma ya conoció a distintos países, como Argentina, Bolivia, Paraguay, Brasil, Ecuador, Colombia y Perú. "No quiero ser un ejemplo para nadie, solamente vivir mi vida tranquilo y sin preocupaciones", se desahogó.

La misma opinión comparte su amigo Matías Rojas, quien hace un año tomó la decisión, incentivado por su amigo. "Es una experiencia linda que tengo que vivirla", aseguró Rojas, añadiendo que "estoy conociendo a mi país, haciendo una escala en Puerto Montt, pasando por Chiloé, Chaitén y Puerto Varas, para después seguir bajando hasta Puerto Williams. Del resto de la ruta es el destino quien nos va a decir".

Similar iniciativa tuvo el brasileño José Reis junto a su esposa Renata Marques y su hija Joyce Reis, quienes renunciaron a sus trabajos y se aventuraron en un viaje por el mundo.

Apasionados por viajar, la familia comenzó a buscar alternativas para hacerlo más, gastando menos. "No somos ricos", aseguró Reis, añadiendo que durante un año cortaron todos los gastos innecesarios y crearon su ruta. "Ahora nos mantenemos con estos ahorros y con trabajos online que realizamos a través de nuestra página web aventuramundo.com.br", indicó Reis.

La familia, que empezó su proyecto de un año sabático en diciembre de 2016, llegó primeramente a Chile, de donde se dirigieron a Argentina, Nueva Zelandia, Australia e Indonesia, partiendo hoy día a explorar el Sudeste Asiático, donde planean conocer mínimo 10 países de esta subregión del continente.