Carolina Collins/Agencias
La última ceremonia de los Oscar no sólo será recordada por el error en la entrega del premio más codiciado de la noche, el de Mejor Película, sino también porque la cinta ganadora, "Luz de Luna", cuenta una historia íntima sobre un hombre negro que debe lidiar con su homosexualidad en un espacio de vulnerabilidad social.
Un año después de la polémica denominada Oscars so white (los Oscars tan blancos), por la falta de afroamericanos entre los nominados, la película que se impuso sobre la gran favorita de la temporada, "La La Land", además le valió el primer premio de la Academia a un actor musulmán, Mahershala Ali, quien fue destacado como Mejor Actor de Reparto, categoría en la que también eran candidatos Jeff Bridges (Hell or high water), Lucas Hedges (Manchester by the sea), Dev Patel (Lio) y Michael Shannon (Nocturnal Animals).
Paso al cine contingente
Conocido por sus anteriores papeles televisivos, el del lobbista Remy Danton en House of Cards y el de Cornell "Cottonmouth" Stokes, el villano de Luke Cage (ambas series originales de Netflix), Mahershala Ali dio un salto gigantesco a la pantalla grande con este drama de Barry Jenkins que terminó dando la gran sorpresa en los Oscars, al quedarse con un total de tres estatuillas.
Una señal importante en momentos en que las críticas por temas relacionados con el respeto por la diversidad ya no apuntan a la Academia de Hollywood, sino que a la propia Casa Blanca.
"En cualquier situación, circunstancia o cultura con una sensación elevada de miedo o tensión creo que si puedes tener el gran arte como válvula de escape, es importante que esos proyectos, libros, obras, películas o historias estén fuera, en el mundo, para que inspiren y guíen a la gente", dijo el actor, de 43 años, en una entrevista reciente con la agencia EFE sobre la pertinencia de "Luz de luna", cuyo estreno en Chile fue adelantado para mañana.
"Tenemos que estar despiertos en esta época, tenemos que ser muy conscientes de la dirección a la que se dirige el mundo (...). Todos somos igualmente humanos, nadie es más importante que nadie y creo que el arte sirve para recordarnos esto", añadió en ese mismo sentido.
El mentor de un niño
Con Janelle Monáe y la también nominada al Oscar Naomie Harris en el reparto, este drama narra con gran sensibilidad, en tres actos, la búsqueda interior de un joven en un suburbio negro de Miami para aceptar su identidad homosexual y lidiar con un barrio marcado por la pobreza y las drogas.
En la película, Ali construye un retrato de Juan, un narcotraficante afrocubano que ayuda al joven Little a comprender el hostil mundo en el que se mueve.
¿Y cómo puede un criminal convertirse en una especie de mentor para un niño?. "De la misma manera que puede serlo un profesor de escuela, un abogado o un entrenador de baloncesto. Todos tenemos la capacidad de amar", respondió el actor con la misma voz grave con la que agradeció a su esposa la entrega del Oscar y que había tenido a su hijo apenas cuatro días antes.
"Cuando ve a Little, entiende rápidamente que es un joven que existe entre dos mundos, que no tiene un grupo de compañeros y que por tanto es un lobo solitario. Pero no puedes ser un lobo solitario en esas sociedades sin convertirte en un objetivo", detalló sobre su personaje.
Ali destacó la "íntima conexión" que el director Barry Jenkins y el escritor Tarell Alvin McCraney, autor de la historia que originó "Moonlight", tenían con los personajes, ya que ambos crecieron en el suburbio de Miami donde se ambienta la película.
"Ellos han experimentado estas cosas y las comparten con el mundo (...). Penetran y van más allá del estereotipo del narcotraficante o del adicto al crack", argumentó.
