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Buonanotte resalta objetivo de "volver a la victoria" ante mal inicio

ARRANQUE. El volante cruzado adelantó el duelo ante la Unión Española.
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Tras dos derrotas consecutivas, ante Everton y Santiago Wanderers, el volante argentino de la Universidad Católica, Diego Buonanotte, enfatizó ayer que el objetivo principal de los cruzados en este momento es volver a la victoria, que vivieron en carne propia con el triunfo en los últimos dos campeonatos.

Buonanotte se refirió al complejo momento que viven al interior del plantel, que no ha logrado mostrar el nivel que los llevó a coronarse como bicampeones por primera vez en su historia. "Venimos de dos derrotas consecutivas y no es lindo para nadie", reconoció.

Y pese a que su rival de mañana por la cuarta fecha del Torneo de Clausura, la Unión Española, viene de la dura derrota que sufrieron el jueves en el duelo de vuelta con The Strongest de Bolivia, por la Copa Libertadores, el trasandino aseguró que lo de mañana no será fácil.

"Ahora llega el partido del domingo contra un rival que juega muy bien, pero lo importante es que estamos en casa con nuestra gente y vamos a estar todos juntos por un mismo objetivo, que es volver a la victoria", dijo el volante argentino al sitio de la UC.

¿Y si comenzáramos a jugar más béisbol en Chile?

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Por Harold Mayne-Nicholls

En 1952, Venezuela fue el décimo y último país en ingresar a la Confederación Sudamericana de Fútbol. Desde entonces, Venezuela lucha contra un estigma: es el único país sudamericano donde el fútbol no es el deporte más popular. Le gana el béisbol.

Esta semana estuve en Venezuela. Programé el viaje por reuniones y charlas, pero motivado por el caso de Tocopilla, donde se está construyendo el diamante, proyecto de unos $6.000 millones de inversión.

Pues bien, me acerqué al deporte del bate, como una forma de pensar en un programa que se pueda copiar en cada lugar de Chile.

En el intertanto, vi a los "bachaqueros", personas que hacen largas filas para adquirir productos escasos y después los venden puerta a puerta, entre otras escenas y personajes.

Venezuela es un país donde el desánimo está ganando por lejos, pero al hablar de sus dos grandes clubes, Magallanes y el Caracas, las pasiones aparecen.

El motivo: practican el béisbol desde muy pequeños. A los dos años les pasan una rama y les lanzan pelotas de plumavit; crecen y el bate aumenta su diámetro, siendo el juego pegarle a una tapa de bebida, a un maíz, o bien a una bolita.

En la pre adolescencia, en la calle, abundan los palos de escoba que enfrentan a una masa circular de papel cubierta por tela adhesiva.

Sin duda, un buen proyecto podría "exportarse" a nuestro país. No veo razón para no propagarlo y abrir espacios buscando que más niños se integren a la actividad física por esta vía.

Porque es obvio que a los venezolanos el juego los entretiene, pero, además, tiene una llave social: a familias enteras las ayuda a doblegar la pobreza.

¿Cómo? Los clubes de Estados Unidos (grandes organizaciones, donde el béisbol es el segundo deporte más popular) buscan, en cada rincón del planeta, atletas para sus novenas.

Y así construyen y desarrollan academias. En Valencia, a dos horas de Caracas, conocí la de los Rays de Tampa.

Por ahí desfilan cientos de jóvenes buscando la soñada oportunidad. Si les detectan condiciones, firman un contrato por seis años.

Rara vez un jugador recibe, por firmar, menos de US$10 mil (en Venezuela, una fortuna) más el salario mensual.

Ysi el "pelotero" sobresale, su rúbrica llega a cifras siderales.

José Castillo firmó por los Rays a los 16 años (hoy en Los Padres de San Diego), por US$ 1,5 millón, siendo el de mayor valor de la Academia.

En ésta, los elegidos viven, se alimentan, entrenan, y aprenden inglés, pues viajan a Estados Unidos a seguir preparándose y, en algunos casos, jugar en las ligas menores.

Lejos de ahí nuestras motivaciones para realizar un programa de béisbol, para niñas y niños, de entre ocho a 10 años -edad ideal para comenzar, según expertos-, en Tocopilla.

Creemos que de ahí puede salir una base para llevar esto a Chile y trabajar aspectos físicos en esa edad, normalmente descuidada en nuestro país. Pues, nadie sabe donde nace un talento que espera, en el diamante, ser pulido.

Pero el beneficio social es un factor que no podemos obviar, pues seguro será un ingrediente extra para que se siga cultivando la pasión por este deporte, y los niños soñando con las grandes ligas.