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Arzobispo destacó la respuesta generosa y sacrificada de quienes trabajaron en incendios

TE DEUM. Reconocimiento y gratitud a autoridades la extendió a todos los que han apoyado, trabajando o donando para damnificados.
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Mirta Vega

Un marcado acento en la tragedia de los incendios forestales que vivió el país tuvo el solemne Te Deum, oficiado ayer en la Iglesia Catedral, por el Arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro.

Al recordar las más de 600 mil hectáreas arrasadas por el fuego, las más de 1.200 viviendas destruidas y los más de 25 mil hombres que trabajaron en la extinción del fuego, aseguró que lo más destacable fue "la respuesta generosa y sacrificada de brigadistas, Bomberos, carabineros, Fuerzas Armadas, Policía de Investigaciones, funcionarios de gobierno y comunicadores".

También resaltó el alto espíritu solidario en general de todos los que han entregado su aporte con trabajo, transporte, donaciones, incluyendo a extranjeros. "Esta es la notable respuesta del país: la solidaridad", dijo en parte de la valoración que hizo de lo ocurrido, mencionando a los brigadistas que construyeron los 400 kilómetros de corta fuego. Este reconocimiento dijo monseñor Caro, es la "reserva moral del país: la solidaridad".

Ante esta situación también pidió por el cuidado de la naturaleza.

Monseñor Caro les recordó a las autoridades civiles y militares presentes, encabezados por el intendente regional Leonardo De la Prida, "lo mucho que hay que agradecer a Dios" y a todas las generaciones que han contribuido en el engrandecimiento de la ciudad recordando desde tiempos ancestrales, pasando por los inmigrantes.

Aseguró que las autoridades de ayer y hoy merecen "también nuestro reconocimiento que han contribuido al desarrollo, al engrandecimiento de la ciudad" sostuvo rememorando que la iglesia en Puerto Montt se ha consagrado a Dios desde el principio de la fundación.

Entre otros temas a lo que se refirió estuvo la visita Ad Limina que realizará a Roma para informar de su Diócesis al Papa. Además, mencionó los 30 años del viaje del Papa Juan Pablo II a Puerto Montt, e instó a recoger algunos de sus mensajes para realizar alguna actividad en celebración de la visita realizada en abril de 1987, fecha histórica para Puerto Montt.